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El  cáncer es curable y detectarlo a tiempo cambia la historia: SSO

El Piñero

 

Oaxaca, México.- De acuerdo con el Sistema Nacional de Información en Salud, anualmente fallecen poco más de dos mil  menores de 18 años por cáncer en todo el país y se ubica entre las primeras cinco causas de muerte en los menores de 20 años, y  la primera en el grupo de cinco a 14 años de edad.

 

Así lo dio a conocer la Directora de Prevención y Promoción de la Salud de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), María del Pilar Nava Ramírez, quien explicó que en la entidad se tratan entre 80 a 90 casos nuevos anualmente.

 

De esta cifra, el 80% reciben tratamiento en etapas avanzadas, lo que ocasiona que la sobrevida posterior a la fecha del diagnóstico sea del 40.6 por ciento.

 

Durante 2016 ingresaron 81 pacientes y en enero del 2017 a la fecha 35 y actualmente se tienen en tratamiento activo a 347 pacientes, quienes a través del Seguro Popular reciben atención médica, estudios y medicamentos.

 

Mencionó que a nivel nacional, la leucemia es el cáncer más frecuente y representa casi el 50 por ciento de todos los casos diagnosticados en este grupo de edad en el territorio oaxaqueño.

 

Por ello, señaló que por indicaciones del Gobernador Alejandro Murat Hinojoza y del Secretario de Salud, Celestino Alonso Álvarez, se han establecido políticas públicas para incrementar la sobrevida, mejorar la calidad de vida de los pacientes y disminuir la mortalidad a través de estrategias dirigidas a detección temprana, acceso efectivo a los servicios de salud y atención oportuna integral para la niñez que padece esta enfermedad.

 

Nava Ramírez hizo hincapié que el cáncer es curable si se diagnostica a tiempo; sin embargo, los pacientes ingresan a los hospitales en estadios tardíos, y los procedimientos médicos son prolongados, por lo que existen altos índices de abandono del tratamiento.

 

Por ello, exhortó a los padres de familia, profesores y tutores a acudir a la unidad médica más cercana en caso de presentar síntomas, como fiebre, sudoración nocturna o excesiva, palidez progresiva y fatiga.

 

También apatía sin causa aparente, pérdida de peso y del apetito, cambio en el color de la orina, sangrados frecuentes de nariz o de encías, puntos rojos o morados en la piel (petequias) o moretones sin causa aparente, entre otros.

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