Surrey, Inglaterra. – Un reciente estudio científico ha reavivado el debate sobre los impactos de la extracción de petróleo en el subsuelo terrestre, tras detectar un posible vínculo entre la actividad sísmica en una zona poco propensa a terremotos y las operaciones de una planta petrolera cercana.
Entre 2018 y 2019, más de 100 pequeños terremotos fueron registrados en Surrey, al sur de Inglaterra, una región que históricamente no presenta actividad sísmica significativa. Aunque la mayoría de los sismos fueron de baja magnitud, varios residentes reportaron daños estructurales menores en sus viviendas, lo que despertó la preocupación de la comunidad.
El geofísico Matthew Fox, del University College London (UCL), lideró una investigación publicada en Geological Magazine, en la que se evaluó si la planta petrolera de Horse Hill podría haber influido en estos eventos. A través de más de un millón de simulaciones, el equipo encontró una correlación temporal entre el bombeo de crudo y la aparición de los sismos.
“Nuestro estudio sugiere que hay un vínculo entre los terremotos y la extracción de petróleo en Horse Hill, pero no podemos descartar que esta conexión sea una coincidencia”, señaló Fox.
La hipótesis se basa en la idea de que extraer petróleo del subsuelo reduce la presión en los poros de las rocas, alterando el equilibrio geológico y favoreciendo la liberación de tensiones acumuladas en forma de pequeños sismos. Este fenómeno, según los científicos, podría tener efectos retardados, manifestándose incluso meses después de la actividad extractiva.
Aunque el estudio no concluye con certeza que la planta petrolera haya sido la causante directa de los terremotos, los investigadores recomiendan establecer sistemas de monitoreo sísmico en torno a explotaciones similares, como medida preventiva.
La empresa responsable de Horse Hill ha negado cualquier responsabilidad. Sin embargo, en octubre de 2024, las autoridades locales revocaron su permiso para realizar futuras perforaciones en el área, mientras se evalúan los riesgos asociados.
Este caso vuelve a poner en el centro del debate los efectos colaterales de la explotación de recursos naturales, especialmente en zonas previamente consideradas estables desde el punto de vista sísmico.