Luis Velázquez Barandal
22 de junio de 2019
ESCALERAS: Pueden ya los secretarios del gabinete legal y ampliado del gobierno de Veracruz incurrir en los delitos políticos.
Pueden, por ejemplo, seguir nombrando a familiares, amigos y cuates en cargos públicos.
Pueden, por ejemplo, seguir comprando por asignación directa, simple y burdo dedazo, patrullas policiacas, ambulancias y medicinas.
Pueden, incluso, crear y recrear empresas fantasmas y si es posible, sudar el dinero público en el mundo bursátil.
Pueden, al mejor estilo de Javier Duarte, desviar fondos públicos a otros rubros, ya programas sociales, ya el bolsillo.
Pueden hacer y deshacer pues un ángel del señor, un querubín, un enviado de Dios los protege y blinda.
PASAMANOS: Se llama Leslie Garibo y es la Contralora a quien tanto le gusta y fascina posar para las fotos mediáticas.
Ella determinó, por ejemplo, que ningún nepotismo cometió el gobernador al nombrar a su primo político, casado con una prima, Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas y Planeación, luego de que con Javier Duarte fuera director administrativo de Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública.
Y luego de que también se desempeñara como director administrativo de la secretaría de Comunicaciones en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán.
De priista encumbrado a morenista ilustre, jefe de jefes, mandamás de las finanzas públicas Eleazar Guerrero.
CORREDORES: Por eso, el ángel de la guarda de los secretarios del gabinete legal y ampliado en la Contraloría.
La Contralora, nombrada por el gobernador en turno, como la cancerbera del reino de Cuitlalandia para avalar todo lo bueno y todo lo malo, pero más aún, todo lo malo, porque una palabra de ella “basta para curar el alma” de los incrédulos y pesimistas y mal pensados y quisquillosos.
Descanse en paz, entonces, el secretario de Salud con su nepotismo.
Descanse en paz la secretaria de Trabajo y Previsión Social para que si todavía anda con la misma inquietud filial nombre a su hijita directora de Amparos.
Descanse en paz el diputado local, José Manuel Pozos Castro, con su hijito subsecretario de Finanzas y Planeación.
La Contralora se ha ganado una vez más el reino celestial y terrenal.
BALCONES: En el tiempo de Miguel Alemán Velasco, el Contralor fue Ricardo García Guzmán, luego diputado local y luego presidente municipal de Pánuco, ungido el cacique huasteco con tanta fuerza que de pronto a Joaquín Guzmán Avilés, “El chapito” de Tantoyuca, le entraron celos disputando el corazón de Miguel Angel Yunes Linares.
Entonces, García Guzmán contralor, la fama pública registra que solía filtrar documentos de sus adversarios y enemigos políticos, secretarios del gabinete alemanista, para exhibirlos.
Ya se verá si en el camino, la señito Leslie Garibo reproduce aquel modelo panuquense de ejercer el poder.
PASILLOS: Pero por lo pronto, y ante la (presunta) corrupción florecida en el primer gobierno de la izquierda con MORENA en el palacio de Xalapa, todos han de estar tranquilos.
Hagan lo que hagan, actúen como actúen, serán blindados por la Contralora.
Claro, ella, quizá, bien podrá cobrar los favores pues la vida democrática está regida por el principio universal de “te doy y me das”, te cuido y me cuidas, te ayudo y me apoyas.
Muchas mieles, por ejemplo, le estarían ya, ya, ya llegando a la Contralora de parte del subsecretario Eleazar Guerrero, pues aun cuando queda claro que nadie le creyó ni a nadie convenció Leslie Garibo, el favor está hecho.
VENTANAS: Durante más de ochenta años, la vida pública ha funcionado de la siguiente manera en el caso de la llamada fiscalización del erario:
Los Contralores, los secretarios de Finanzas y Planeación, los titulares del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y las Comisiones de Vigilancia de los Congresos locales, y hasta la Auditoría Superior de la Federación y la secretaría de Hacienda y Crédito Público están para avalar todo tipo de trastupijes y pillerías de los jefes.
El sistema político así ha funcionado y operado. Y por lo que se vio con el caso del nepotismo de Cuitláhuac con los Eleazares pues resulta insólito el número de parientes en la nómina estatal y en los Ayuntamientos de MORENA (casos Coatzacoalcos y Poza Rica, por ejemplo), la Contralora ya apostó su nombre, su prestigio, su crédito, su biografía política y social, su historial de vida, al gobernador.
PUERTAS: Una vez más, a sor Juana Inés de la Cruz asiste la razón.
Pecó Cuitláhuac y parte de su gabinete legal y ampliado con el nepotismo, el amiguismo y el cuatismo.
Y ha pecado la Contralora avalando las llamadas por AMLO lacras políticas, sociales y morales.
“Va mi espada en prenda” dijo aquel y la Contralora también la tiró, inspirada en un acto histórico y patrio.
Leslie tiene, entonces, las llaves para entrar al cielo y glorificarse o para podrirse en el rincón más profundo del infierno.
Una palabra suya basta para cicatrizar las heridas sociales.
Palabra de Leslie Garibo.
CERRADURAS: La Garibo, con la diputada local, Rosalinda Galindo, y la ex diputada Tania Carola, y la legisladora federal, Dorheny García Cayetano (y su hermano Ailled, directora jurídica de la secretaría de Seguridad Pública) forman parte del primero y único círculo del poder de Cuitláhuac García.
Ellos son, no los primos primos, sino los amigos, los cuates, jefes máximos en la administración pública de MORENA en Veracruz.
Por eso, la Contralora bendijo a los primos políticos Cuitláhuac y Eleazar.
PATIO: Apenas estamos en el primer semestre y tres semanas de la izquierda en el palacio de Xalapa y por delante quedan de hecho y derecho 5 años y medio.
Y por añadidura, mucho, demasiado trabajo tendrá la Garibo para avalar pillerías.
Su palabra, como la de un arzobispo, de un cardenal.