Redacción El Piñero | Corresponsalía
El mandatario Cuauhtémoc Blanco Bravo fue objeto de una nueva denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción de Morelos, por triangulaciones financieras millonarias entre cuentas de familiares, funcionarios y amigos, lo que podría implicar, además de desvíos de recursos públicos, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. En 2020 se supo de una denuncia similar en la UIF y la FGR.
Enrique Paredes Sotelo, abogado denunciante, exhibe una serie de fichas de depósito y transferencias bancarias por más de 500 millones de pesos durante los años en los que Blanco fue presidente municipal y en lo que va de su periodo de gobierno estatal. En estos movimientos aparecen ligados su medio hermano Ulises Molina Bravo, su esposa la exmodelo brasileña Natalia Rezende Moreira, su primo y actual secretario particular Edgar Riou Pérez, así como Jaime Tamayo Godínez, quien ha sido se testaferro en distintos negocios a lo largo de su trayectoria como futbolista.
En esos movimientos utilizan empresas que siguen el modelo de las “fantasma” o fachada, que sólo existen en el papel, pero que permiten hacer depósitos y retiros que parecen legales, tienen por objeto ocultar la procedencia de los recursos. Tales como Comercializadora Saime, SA de CV, ligada a Ulises Bravo Molina; y, Calipso Comunicaciones y Sistemas, SA de CV, en la que aparece como representante legal Jaime Tamayo Godínez, quien ha sido apoderado legal de la marca comercial “Cuauteminha”.
La denuncia de hechos fue presentada el pasado 13 de septiembre ante el Fiscal Especial en Combate a la Corrupción, y quedó asentada con el número FECC/478/2021-09. Paradójicamente, el denunciante fue quien en 2015 firmó la carta de residencia que le permitió a Cuauhtémoc Blanco Bravo, competir por la alcaldía de Cuernavaca en los comicios de ese año. El exfutbolista requería ese documento para comprobar que cumplía con los años de residencia en la entidad y así poder competir.