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PIÑADERO POLÍTICO: El muro de Felipe Reyes

Staff El Piñero

El Piñitas

Loma Bonita, Oaxaca.-  Al igual que Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, Felipe Reyes ha establecido en esta tierra de la piña su propio muro, construido con materiales de indolencia y en agravio de la vida misma.

Y es que en los doce años arropado por el poder que dan los votos y las malas prácticas legislativas -por las dipus pluris- el hombre de cuna humilde nunca ha volteado la mirada al escenario del rescate de la vida.  Se ha negado, siempre, a mostrar apoyo a las desgracias.

Si bien es cierto que su tarea social no ha sido del todo mala, debido a que ha implementado programas sociales inéditos, excepcionales, nunca vistos en la geografía oaxaqueña, también ha olvidado su quehacer frente a los infortunios y proyectos asistenciales de primera necesidad.

Por ejemplo, fue el primer presidente en surtir despensas a la clase vulnerable -aunque de un sólo proveedor, generando ganancias insospechadas-. Y olvidó asistirla con un cuerpo de rescate debidamente equipado.

Fue el primero en detonar las pavimentaciones en el municipio, asistido de un grupito de constructores y rasurando los diezmos correspondientes y llevándose ganancias tremendas, dignas de los récords locales. Y olvidó proyectar una estación de Bomberos en doce años; nunca tuvo voluntad de querer o intentar hacerlo. Y los saldos allí están, en la mira de todos.

Así, también, fue el primero en iniciar proyectos de vivienda y dotación de materiales para las familias pobres, pero las alejó de los servicios médicos de urgente necesidad. Nunca proyectó una casa de salud para asistir las enfermedades recurrentes. Y los resultados están a la vista, mucha gente suplicando citas médicas en el abarrotado hospital comunitario, mucha gente pidiendo a Dios y a la suerte sanar de manera natural ante la galopante negligencia.

Felipe, al igual que los grandes caciques de la historia nacional, basó su política de izquierda en regalar espejitos para quedarse con el oro, olvidando instrumentar un plan íntegro social como, por ejemplo, fundar un comedor popular para nuestra gente, la gran mayoría, que sufre y enfrenta la desnutrición.

Desafortunadamente su política social se redujo a cemento, en obras -donde están las grandes ganancias-. Y abandonó totalmente las necesidades apremiantes de sus prójimos. Así como la salud y las emergencias le valieron al cacique, la infrenable inseguridad también, esa a la que confesó a nuestro director no importarle.

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