1.-La llegada de la primavera siempre fue motivo de alegría y fiestas tradicionales ya que en esta época los campesinos por fin podían cosechar los frutos y verduras del año y volver a sembrar. Pero ya sea porque los conocimientos de astronomía eran escasos en la antigüedad, o bien porque los pueblos buscaban siempre buenas historias para contar, la primavera también fue objeto de muchas leyendas.
Una de las leyendas más antiguas es la griega: el poeta Homero contaba que en el sureste de Europa hubo un tiempo en el que reinaba la eterna primavera. La hierba siempre era verde y espesa y las flores nunca se marchitaban. No existía el invierno, ni la tierra infértil, ni el hambre.
La artífice de tanta maravilla era Démeter, la cuarta esposa de Zeus. De este matrimonio nació Perséfone, una hermosa joven adorada por su madre. Un día el terrible Hades la raptó para llevarla al inframundo, su territorio. Deméter, al no encontrar a su hija decidió abandonar sus funciones. La tierra quedó desolada y sin ningún fruto, privada de su mano fecunda. Ante este desastre Zeus pudo llegar a un acuerdo con Hades: una parte del año Perséfone lo pasaría con su esposo y, la otra parte, con su madre.
Así, cuando Perséfone regresa con su madre, Démeter muestra su alegría haciendo reverdecer la tierra, con flores y frutos. Cuando la joven parte al submundo, el descontento de su madre se demuestra en la tristeza del otoño y el invierno. De esta manera explicaban los griegos la sucesión de estaciones.
2.-La leyenda quechua en cambio, dice que la Tierra vivía bajo el peso constante del invierno. Sucedió entonces que un aguerrido príncipe inca llamado Sumac, decidió luchar contra la naturaleza e invocar a Inti (el dios Sol) para que calentara la Tierra con mayor vigor. Acompañado por hábiles expedicionarios, se dirigió a la cima de las montañas.
Durante el peligroso trayecto, muchos de los jóvenes quedaron atrás, pero Sumac no conocía ni el miedo ni el cansancio; siguió trepando por las cornisas estrechas y congeladas hasta llegar al pico más alto de la montaña. Entonces, con los brazos extendidos, invocó a Inti. Las nubes se deslizaron y permitieron que los rayos del sol despertaran los brotes de la tierra; la nieve derretida comenzó a caer por las laderas hasta llegar a los valles, y éstos, humedecidos, se llenaron de frutos jóvenes. Había nacido la primavera. Desde entonces, aparece una vez por año entre los hombres para despertar a Inti de su sueño invernal con su llegada.
3.-En China, la celebración de la llegada de la primavera coincide con el Año Nuevo. Todo se remonta a una antigua leyenda sobre una bestia llamada Nian, la cual vivía en las profundidad del mar y salía de allí sólo una vez al año para buscar comida en una aldea cercana: la bestia aterrorizaba a la población que huía hacía las montañas. Hasta que llegó a la aldea un anciano que convenció al pueblo de combatir a la bestia.
Cuando la bestia Nian salió esa noche de las profundidades marinas y llego al pueblo, se impresiono mucho cuando vio los faroles rojos que iluminaban la aldea y tiras de papel rojo colgadas en las puertas de las casas. Para profundizar el susto, cuando Nian quiso entrar en la casa, se oyó una explosión de fuegos artificiales que lo hizo huir.
Así, los aldeanos comprendieron que el anciano con su sabiduría había alejado a la bestia, y a partir de entonces todos los años en China se cuelgan cintas y faroles rojos y se arrojan fuegos artificiales para celebrar la primavera, el Año Nuevo y espantar a Nian.
Fuente: https://familia.mundogaturro.com/3-leyendas-de-primavera-para-leer-en-familia/