Redacción El Piñero | Corresponsalía
La inseguridad y violencia en Oaxaca, es la constante de los últimos días en las regiones, las ocho que conforman el estado ubicado en el suroeste del territorio mexicano.
Luego del asesinato del empresario Adalberto C. G., quién presuntamente fue secuestrado la tarde del pasado lunes en la zona residencial de San Felipe del Agua, en la capital oaxaqueña, y localizado sin vida, dos días después, en el paraje “La Galera”, perteneciente al municipio de Ocotlán de Morelos, la velocidad con que fue resuelto el caso, sorprendió a la ciudadanía.
Pues ante la ola de inseguridad desatada en Pochutla, Pinotepa Nacional, Puerto Escondido, Valles Centrales, Mixteca, Costa, dónde los casos de violencia a pesar de los años siguen clamando justicia por el anterior crimen ya fueron vinculados a proceso: Miguel alias ” El Centavo”, y Wendy, acusados de secuestro y homicidio del empresario.
A “El Centavo”, se le identificaba como sicario de Catem Nacional y grupos delictivos.
Lo que no se veía en Oaxaca, está llegando en el tema de inseguridad, tan solo el pasado 15 de agosto dos sujetos que sufrieron un percance vial y volaron con su vehículo en el Río La Pulga de Pinotepa Nacional, huyeron, abandonando la unidad de motor y armamento; un arma AR15, MP15 y un cuerno de chivo. De ellos no existe rastro.
Ese mismo día, frente a la primaria “Benito Juárez”, fue ejecutado en el municipio de San Antonio de la Cal, región de Valles Centrales; un sujeto identificado como Martín N
de 38 años de edad.
Para el 16 de agosto, un hombre y su esposa fueron acribillados en San Andrés Huaxpaltepec, municipio de Jamiltepec; él, ex montador de toros apodado “La piedra de Huaxpaltepec” junto con su mujer, quedaron sin vida a un costado de la motocicleta donde viajaban.
Además en el barrio de San Francisco Miahuatlán, fue ejecutado un hombre identificado como Daniel H. P. de 37 años.
Ese mismo día en el municipio de San Pedro Pochutla, al interior del bar La Rana, fue ultimado a balazos un integrante de la comunidad LGTB, mismo que era encargado del lugar. Trascendió que su cuerpo presentaba heridas de arma blanca y golpes.
En la región de Valles Centrales, “El Niño Taboada”, cómo era apodado un ex agente de investigación del Estado, fue localizado sin vida en el paraje la calavera de Tlalixtac de Cabrera. Su cuerpo presentaba heridas por arma de fuego y en ese lugar, en el año 2016, fueron encontrados dos cuerpos. Casos que aún, esperan justicia.
Para el día 17 de agosto, los restos de un hombre de 75 años de edad, secuestrado en Asunción, el pasado 10 de marzo del presente año; fueron localizados enterrados en la Colonia Chilahua, municipio de Ocotlán. En este caso, fueron detenidos como presuntos responsables: Max, Héctor y Liliana, quiénes se encontraban en el fraccionamiento Los Ocotes.
Son miles de carpetas de investigación, una crisis heredada, las que se encuentran apiladas en oficinas de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), que parece no tener rumbo bajo el mando de un hombre, que salió de “velar” por los derechos humanos de los oaxaqueños.
Este viernes 18 de agosto, el pico de violencia volvió a levantarse; en Santa María Huatulco, región Costa, un taxista fue hallado sin vida dentro de su unidad, con huellas de impactos de bala.
Por la tarde, en la capital oaxaqueña, perteneciente a la región de Valles Centrales, un hombre identificado como Pedro S., fue ejecutado a balazos al interior de una refaccionaria con nombre comercial “Gretel”, ubicada en avenida José murat, perteneciente a la colonia Heladio Ramírez.
En el lugar, los victimarios dejaron lesionados a dos varones más, y se retiraron en moto. La persona fallecida presuntamente, era robacarros.
Que hace falta, pues, en los demás crímenes que se han cometido en el estado, para que la justicia actúe con la velocidad en que se castigo a los presuntos victimarios de un empresaria: ¿suerte?
