La Relevante de EL DIRECTOR
Loma Bonita, Oaxaca.- Oaxaca capital se pintó de morenista y de sangre, durante la administración de Oswaldo García, que ha consentido una trasformación de la capital del estado en un territorio sin ley, algo que, tal vez, para los que tienen memoria histórica no sería sorpresa la indiferencia ante los capitalinos.
En la ciudad más importante de nuestro estado, corre y vuelve a correr la sangre, la mayoría de ella de víctimas de asaltos cobardes, frente a la inacción de la policía capitalina.
En menos de 24 horas dos personas murieron a manos del hampa, la primera víctima hombre, cuya muerte no sólo enluto a una familia, también al gremio académico de la ciudad, alrededor de las 08:00 horas del pasado sábado, frente una vivienda particular ubicada sobre la calle J. P. García, hasta donde la autoridad sólo llego para confirmar la muerte de la dama.
Durante la madrugada de este domingo, un hombre fue asesinado a balazos, al resistirse a que le robaron su moto, mientras salía de un bar, donde pasó algunos momentos, al parecer, con su pareja, quien salió lesionada.
Hace casi dos meses, una mujer recibió un rozón de bala en la cabeza, cuando dos tipos trataron de asaltarla en una de las plazas comerciales más concurridas de la capital, y donde muchas vidas se ponen en riesgo.
El gobierno municipal de Oaxaca de Juárez, del color que sea, debe garantizar una ciudad segura, con paz, en el entendido de que un epicentro turístico del estado y del sur del país, donde pese a la pandemia, a diario arriban decenas de turistas nacionales e internacionales para iniciar una aventura por nuestro estado.
Sin embargo, los turistas se encuentran con asaltos, muertos y sangre que empañan las calles coloniales de nuestra verde Antequera, y que asusta al visitante.
Oswaldo García Jarquín, es hijo de Oswaldo García Criollo, priista de la vieja escuela, a quien errores en el pasado lo borraron del mapa político, sin embargo, encontró, amparado en el lema de la 4T una oportunidad para su hijo, y volver a sus sueños guajiros de tener a Oaxaca capital en un puño.
El padre, del actual edil de Oaxaca, siendo director del COBAO quiso y no pudo saquear al sistema de bachilleres, al pretender apoderarse de millones de pesos destinados para la compra de equipo de computo y que los bachilleres del estado dieran el paso a la modernidad que comenzaba hace poco más de dos décadas, no obstante, se encontró con el carácter del gobernador en turno y terminó fuera de su cargo, es lo que se cuenta en las historias políticas de Oaxaca, y que en el presente, quiso entregar tesoros invaluables como el cerro del Crestón a manos extrajeras y así recibir su tajada, una jugada que parecía avanzar ante los ojos ciegos de las autoridades de distintos niveles de gobierno pero no de la ciudadanía que detuvo la entrega de los recursos.
El abandono de la ciudad ya es un común denominador en esta familia de políticos, que encontraron en MORENA un espacio para reciclar sus prácticas fosilizadas que en el papel no ve el líder máximo pero que en la práctica como lastiman a un pueblo como el de Oaxaca.