Por: Moisés Castro | Citlalli Cid | El Piñero
Dentro de la gastronomía oaxaqueña existen diversos platillos que forman parte fundamental de cada región, donde se pone, un sello característico y vidas, muy particulares.
Elena Miguel Flores, mujer de la Cuenca del Papaloapan, realiza desde hace 15 años, el tradicional tamal de la región, que se realiza con la hoja de pozol, única en esa zona y que se da en zona de manglares.
A Doña Elena, la muerte le arrebató hace 5 años a su compañero de vida y le dejó una hija a punto de cumplir 48 años con discapacidad, por quién aún hay que luchar.
La venta de sus tamales la realiza cada fin de semana, mismos que prepara en su domicilio que se ubica en el Ejido El Desengaño, cerca de la carretera federal que conduce a Agua Fría, acompañada de su hija China, que se suma a dicha elaboración y le ayuda con lo que pueda, dice Elena, mostrando en su voz su gran amor de madre sabiendo, que su hija es su motor del día.
Sus manos lucen limpias y su mandil no puede faltar, para con una cuchara, tomar la masa y colocarla de forma tal que permita quedarse fija y soportar la salsa y carne, que se condimentan con hoja de hierba santa.
Doña Elena dice que no elabora muchos tamales pues la venta con la pandemia a bajado, pero la vida trata de eso, de luchar para salir adelante y claro que se puede: “si no trabajamos no comemos, difícil sí, pero se puede” puntualiza.
Y posa sonriente ante las cámaras, abrazando su hija, moviendo la masa, frente a una mesa que le muesta todos necesario para que la economía en su hogar, continúe generándose.
