Redacción El Piñero
Veracruz, México.- La noche del lunes, la autopista Cosoleacaque–La Tinaja volvió a ser campo del crimen organizado. A la altura del kilómetro 185, cerca de la caseta 119 en Acayucan, sujetos armados intentaron robar una pipa cargada con gasolina. La rápida intervención de la Guardia Nacional evitó el atraco, pero no la violencia: hubo persecución, disparos y pánico entre los automovilistas.
La pesada unidad, propiedad de Grana Transportes, era conducida por Bricio A. C. cuando fue interceptada por los delincuentes.
Tras ser alertadas, las fuerzas federales se movilizaron, dando inicio a una persecución que culminó con la pipa abandonada en el camellón central.
Los atacantes escaparon entre la maleza y, como suele suceder, no hay detenidos.
Una persona resultó lesionada, aunque no requirió hospitalización.
El derrame de combustible obligó a cerrar la autopista en ambos sentidos, mientras cuerpos de seguridad y emergencia acordonaban el área y realizaban las diligencias correspondientes.
Este caso confirma lo que ya es vox populi: las carreteras del sur de Veracruz son tierra fértil para las bandas delictivas. Pese a los operativos y discursos oficiales, los caminos siguen siendo rutas del miedo, donde la violencia aparece sin previo aviso y pone en riesgo a transportistas y ciudadanos por igual. La impunidad, como siempre, tiene la última palabra