21 de junio de 2025.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este sábado que fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares en Irán: Fordow, Natanz e Isfahan. La operación fue anunciada mediante un mensaje en la red social Truth Social, donde detalló que se lanzó una carga completa de bombas sobre el sitio principal, Fordow, y que todos los aviones regresaron fuera del espacio aéreo iraní sin incidentes.
“Felicitaciones a nuestros grandes guerreros estadounidenses. No hay otro ejército en el mundo que hubiera podido hacer esto. ¡Ahora es el momento de la paz!”, escribió Trump. Según medios estadounidenses, el ataque se realizó con bombarderos B-2 y bombas antibúnker GBU-57 de 13,600 kilogramos, utilizadas por su capacidad para penetrar instalaciones subterráneas fuertemente fortificadas.
El ataque marca la entrada directa de Estados Unidos en el conflicto entre Israel e Irán, que desde hace más de una semana ha incluido ataques israelíes contra infraestructura militar y nuclear iraní. La intervención estadounidense se produce después de que el gobierno israelí presionara a Washington para participar en las ofensivas, según informes de prensa.
La Casa Blanca informó que el presidente Trump ofrecerá un mensaje a la nación a las 22:00 horas (tiempo del este) para abordar la operación militar y su posible impacto regional. De momento, no se han precisado los daños materiales ni se ha informado sobre víctimas.
En respuesta, el gobierno iraní advirtió sobre posibles represalias. El viceministro de Asuntos Exteriores, Saeed Khatibzadeh, señaló que la participación de Estados Unidos “desataría un infierno en toda la región”. Además, los rebeldes hutíes en Yemen anunciaron que atacarían barcos estadounidenses en el Mar Rojo si se confirma una intervención conjunta con Israel.
El ataque ocurre en un contexto de tensiones crecientes en Medio Oriente y en medio de advertencias de Irán sobre las consecuencias de cualquier intervención extranjera. Según Washington, el objetivo de la operación fue limitar la capacidad nuclear de Irán, que asegura que su programa tiene fines pacíficos.