- Enfrentar al Presidente
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: El Fiscal libró el juicio político en la LXV Legislatura. Libró, claro, la orden del gobernador para su destitución. Pero ahora, dice el viejito del pueblo que será difícil, inverosímil, que libre la orden presidencial de AMLO para su cese.
Por eso, incluso, en la cancha pública corre la versión de que el delegado federal de la Fiscalía General de la República, FGR, trabaja “a marchas forzadas” armando el expediente infalible para que ahora sí, ninguna razón, ningún pretexto, ningún berrinche, ninguna excusa, sea despedido.
PASAMANOS: Más todavía: las elites políticas conjugan varias señales:
Una. AMLO ya dio la orden y ni modo lo desobedezcan, y/o en todo caso, fallen.
Y si fallan, ni modo, habrá renuncias en cascada.
Dos. En el sistema político está canijo tener a un presidente municipal y/o a un gobernador en contra. Y como el presidente de la república ya se metió en el pleito de Cuitláhuac García con Jorge Wínckler, entonces, está en chino enfrentarse al jefe del Poder Ejecutivo Federal.
Tres. Por eso varias golondrinas anunciando el juicio final contra Wínckler sobrevuelan en el cielo político, a saber:
A: el pronunciamiento de los Comisionados Estatales de Derechos Humanos en su contra.
CORREDORES: B: el presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura anunciando que van de nuevo con todo.
C: la postura del Solecito, quien antes sitiara la Fiscalía, otra vez contra Wínckler.
D: el desayuno del secretario General de Gobierno con el presidente del Tribunal Superior de Justicia.
E: el delegado de la FGR integrando el expediente negro de Wínckler.
F: el jefe jurídico de la presidencia de la república, Julio Scherer Ibarra, operando desde el altiplano.
G: el rafagueo de parte de la prensa de la Ciudad de México, sobre todo, noticieros televisivos, bombardeando a Wínckler con varios pendientes sociales, el penúltimo, la indolencia con los cadáveres en los Forenses.
Y H: la división del secretario General de Gobierno con los trabajadores de la información. En un lado del ring, el Cartel del Fiscal. Y en el otro, el Cartel de Cuitláhuac.
Quiso así, primero, intimidar. Y segundo, acalambrar a los reporteros fans de Wínckler, considerando que sobre aviso no hay engaño y “quien se lleva… se aguanta”.
BALCONES: El politólogo Ramón Benítez centra la nueva andanada contra el Fiscal en una viñeta del poder.
Dice:
Una cosita es tener encima al gobernador y otra al presidente de la república. Y otra, a los dos juntos, pues significa todo el aparato gubernamental en contra.
“Y por más tontos que pudieran ser considerados, ellos son los dueños del poder”.
Además, hay un puntito en desventaja trascendido en la cancha pública, como es la vulnerabilidad del padrino, gurú y tlatoani del Fiscal, a saber, Miguel Ángel Yunes Linares.
PASILLOS: Yunes Linares.
Uno: sin un cargo público, más frágil que nunca.
Dos: sin una fuerza política real.
Tres: aislado, y sin los contactos fuertes y poderosos de otros tiempos.
Cuatro: aislado y sin cabilderos, los vientos en contra como en el caso de la sucesión del CEN del PRI, donde su amigo, el senador de la república, ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se la está jugando con Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón por el doctor José Narro Robles, ex rector de la UNAM, cuando el favorito es el gobernador de Campeche, AMLITO, candidato de Claudia Ruiz-Massieu, y su tío, Carlos Salinas de Gortari.
VENTANAS: Ni el brujo de los Llanos de Sotavento con su bolita de cristal se atrevería a establecer una fecha para la caída de Wínckler, como el secretario General de Gobierno el año pasado cuando primero anunciara que sería destituido el 24 de diciembre como regalo navideño y luego que el 6 de enero como regalo de los Reyes Magos.
Pero con AMLO en el ring, entonces, ni modo que el presidente de la república sea desacatado.
Desde luego, queda claro que el gobernador de Veracruz y la LXV Legislatura fueron incapaces de…, ya por la inexperiencia, quizá por el acelere irreflexivo, acaso por la ausencia de acuerdos en tiempo y forma, quizá porque les faltó firmeza como cuando Yunes Linares, todavía sin tomar posesión de gobernador, asestara un manotazo y arrugara a Luis Ángel Bravo Contreras y lo destituyera como Fiscal de Javier Duarte.
PUERTAS: El nombre y el crédito y el liderazgo de AMLO están en la cancha jarocha.
Y más, luego de vitorear y levantar la mano a Cuitláhuac como nunca antes con un gobernador.
Y, bueno, si cae Wínckler, Cuitláhuac, lógico, seguirá en la silla embrujada del palacio, aun cuando se ignoraría el daño político, social y moral que engendraría su incapacidad manifiesta, pues desempeñándose como jefe del Poder Ejecutivo Estatal nunca ha podido con el Fiscal incómodo.
CERRADURAS: Los Morenistas aventuraban como la canción que “para abril o para mayo”… Veracruz sería estremecido.
En unos días terminará el mes de mayo y nada de nada.
Entonces, bien podrían poner en las redes sociales que el grito patrio de septiembre será dado en el palacio de gobierno de Xalapa con el nuevo Fiscal a un lado de Cuitláhuac, el nuevo Fiscal carnal.
Claro, si los meses y los años pasan y Wínckler sigue ahí, entonces, ninguna duda existirá de su pacto con el diablo.
