El amor, el deseo, la urgencia biológica sin permisos ni horarios en la tierra piñera
Eugenio GONZÁLEZ | El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.– En el campo 20 de Noviembre —mejor conocido por como el “Caguarama”— una pareja fue captada entregándose con furia y pasión al rito primitivo del apareamiento humano, ahí mismo, en las gradas, a plena luz del sol, como si fuera su suite presidencial con vista al estadio.
Un hombre. Una mujer. Dos cuerpos en fusión olímpica sobre el concreto gris del coloso de la colonia Oaxaqueños Ilustres. El video —que ya circula como pólvora digital— muestra el instante en que la intimidad se volvió espectáculo, y el recinto deportivo mutó en motel al aire libre.
Vecinos, escandalizados (pero ya no sorprendidos), aseguran que no es la primera vez ni será la última.
El Caguarama se ha vuelto zona roja, campo de batalla entre la decencia pública y la fogosidad clandestina. “¡Aquí venimos a hacer ejercicio, no a presenciar acrobacias indecorosas!”, reclaman.
Niños. Abuelos. Deportistas. Todos han sido testigos involuntarios del show sin boleto, donde el amor no se esconde… ni se detiene.