Jaime GUERRERO
“Me enviaron un documento donde hay preocupación de personas armadas y que se ponen armados a 100 metros del pueblo, rodean el pueblo”, dijo él Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos.
El jerarca de la iglesia refirió que no es la primera vez que temen derramientos de sangre “no es la primera vez que me dicen tengo miedo, van varias y no se que va a pasar”, dijo al hablar de la violencia en Oaxaca.
Lamentó que los pueblos de Oaxaca no conozcan la misericordia, y no quieran ceder a un diálogo para arreglar las diferencias “endurecemos el corazón, perdemos la insensibilidad de ser hijos de Dios”, expuso en su mensaje ante feligreses.
xpresó su preocupación por las situaciones de violencia que se viven en algunas comunidades del estado, donde grupos armados continúan provocando temor y tensión entre la población.
En su mensaje dominical en la Catedral Metropolitana, reveló la preocupación que le fue transmitida por un párroco, quien le reportó que personas armadas se han establecido a escasos cien metros de una comunidad, generando el temor de un posible derramamiento de sangre. “No es la primera vez que me dice ‘tengo miedo’, ya van varias… No sé qué va a pasar”, relató.
Lamentó que en varios conflictos locales se busque imponer la fuerza antes que el diálogo, y denunció que “se ha perdido la misericordia”, aludiendo a que algunos actores prefieren “arreglar todo con armas”, endureciendo el corazón y perdiendo el sentido de fraternidad.
“El pueblo está rodeado de armas… en nuestro Oaxaca. Es que no queremos ser misericordiosos, no queremos ceder, no queremos arreglar los asuntos”, subrayó el líder religioso, quien hizo un llamado urgente a la reconciliación, al perdón y al compromiso por una paz duradera en las comunidades.
El Arzobispo también aprovechó para invitar a la feligresía a no olvidar el origen espiritual de esta festividad, que nació como una muestra de fe y devoción hacia la Virgen del Carmen.
“Sólo nos interesa el folclor, el negocio. La Virgen del Carmen se quedó escondida”, lamentó, al recordar que esta fiesta tradicional surgió en torno a la celebración religiosa del 16 de julio, cuando pueblos de distintas regiones se reunían en su honor.
A quienes visitan Oaxaca durante estas fechas, los exhortó a no dejar de lado su vínculo con Dios.
“A Dios no se le da vacaciones”, dijo, al celebrar que, pese al ambiente festivo, muchas personas continúan participando en la misa dominical.