Redacción El Piñero | Corresponsalía
Guerrero.- La tarde caía en Tixtla cuando el eco de las detonaciones rompió la rutina de la carretera federal Chilpancingo–Tixtla. Eran poco después de las seis cuando el subsecretario de Política Social de la Secretaría de Bienestar de Guerrero y exalcalde, Hossein Nabor Guillén, quedó tendido a unos metros de la entrada principal de una colonia, muy cerca de las oficinas de la dependencia que representaba y de un módulo de la Policía Municipal.
Vecinos refieren que todo ocurrió en cuestión de segundos: sujetos armados interceptaron al funcionario y abrieron fuego, dejando tras de sí escenas de confusión y miedo. A pocos minutos, la zona se llenó de uniformados y peritos de la Fiscalía General del Estado, quienes acordonaron el sitio para levantar los primeros indicios y tratar de reconstruir lo sucedido.
La noticia se esparció rápidamente por Tixtla. Funcionarios estatales guardaron silencio y pidieron esperar un informe oficial, mientras la FGE confirmaba el homicidio y anunciaba que inició las diligencias correspondientes. En tanto, entre la gente corría el recuerdo de la trayectoria de Nabor: presidente municipal de 2015 a 2018, candidato a diputado local en 2024 y actualmente considerado hombre de confianza en el círculo cercano de la Secretaría de Bienestar.
Con la noche encima, lo único certero era el hermetismo oficial y el desconcierto de una ciudad que vio caer a uno de sus personajes más conocidos, en un crimen que deja más preguntas que respuestas.