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Barandal: Homilía de Téllez Marié

El Piñero

 

Luis Velázquez

24 de marzo de 2018

 

ESCALERAS: Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública, SPP, en el duartazgo, odiaba a los reporteros.

A un fotógrafo, Félix Márquez, le dijo que debería estar en la cárcel por la publicación de unas fotografías sobre las guardias comunitarias de los Llanos de Sotavento.

El día de su comparecencia en el Congreso local exclamó su frase bíblica:

“¡Pinches medios!”.

Preso en el penal de Pacho Viejo, en una audiencia saludó a los diaristas de la siguiente manera:

“¡Hola, cabrones!”.

“Capitán Tormenta” le llamaban.

En su sexenio, diecinueve reporteros fueron asesinados y tres más desaparecidos.

Diecinueve de sus jefes policiacos y policías están presos acusados de desaparición forzada y que significa la alianza de los políticos, mandos policiacos y policías con los narcos para secuestrar y asesinar personas.

A contrapelo, el titular de la SPP, Jaime Téllez Marié, imparte clases de periodismo a los periodistas.

En un principio, hacia el inicio del bienio azul, los regañaba.

Molesto, irritado, de pronto les advertía:

“Ni una pregunta más”.

Luego, de plano los desdeñaba.

“Todos… escriben lo mismo” decía.

 

PASAMANOS: Ahora, le está dando por levantar un muro Donald Trump, un cerco, digamos:

“Ya no me busquen”, les dice, y con una clase de ética periodista expone sus razones:

“Hay tantas cosas positivas que se hacen y ustedes solo magnifican las cosas negativas”.

De algún modo, es la misma cantaleta de Enrique Peña Nieto a los reporteros. “Ya sé que ustedes no aplauden”.

Quizá el titular de la SSP no ha leído el libro clásico de Gay Talesse sobre la vida en The New York Times.

En el prefacio, Talesse dice que los reporteros del mundo siempre andan atrás de las noticias, digamos, negativas, digamos, malas.

Incluso, cuando la población sale huyendo porque viene un tornado de pronóstico reservado, los reporteros salen al encuentro del tornado para contar el desastre natural “en vivo y a todo color”.

Ryzard Kapuscinky, el cronista y escritor imborrable del siglo pasado, decía que los reporteros son perros de caza, que cuando sucede un hecho singular, fuera de serie, todos salen corriendo al encuentro de la adversidad dejando el hecho que están cubriendo, así sea igual de fregón.

En el siglo pasado en un periódico de Estados Unidos hicieron un experimento de publicar noticias positivas todos los días y de pronto la circulación se desplomó, porque el lector siempre busca noticias negativas.

Pero el titular de la SSP sueña con su mundo color de rosa.

 

CASCAJO: En su homilía periodística, el funcionario pidió, digamos, a los actores políticos y sociales, quizá a la población en general, sin duda a los medios, dejar “de litigar en los medios”.

“Y es que cuando sucede algo, dijo, en lugar de denunciar lo hacen público” a través de la prensa y las redes sociales.

Téllez Marié ora en el desierto. Y nadie lo oyó ni escuchará.

Bastaría referir el despegue inusitado de las redes sociales, twitters, facebooks, whatsapp, periscopes, etcétera (el auge de las noticias falsas, además) que ha significado el Internet para que la mitad del mundo y la otra mitad se exprese, antes, mucho antes, demasiado antes, de interponer, digamos, una denuncia ante la autoridad.

Sabe, además, la población, está segura, cierta, de que por lo regular la mayoría de las denuncias se quedan en el laberinto burocrático, como el caso, por ejemplo, de los cuatro reporteros asesinados en la yunicidad (Ricardo Morales Monlui, Edwin Rivera Paz, candidato Ríos Vázquez y Gumaro Pérez Aguilando, más el último, el miércoles 21, Leobardo Vázquez Atzin), cuyos crímenes continúan en la impunidad.

Incluso, con todo y que los homicidios han de seguirse de oficio.

Además, “litigar en los medios” es un desfogue social, pues el ciudadano cree que así el pendiente se habría de solucionar.

 

RODAPIÉ: En su tesis política, policiaca, ética y periodística, el titular de la SSP plantea la solución salomónica en “el gobierno del cambio”:

“¿Quieres hacer escándalo? Publícalo en los medios. ¿Quieres que haya solución? Denuncia”.

¡Ay, señor, usted y sus falacias!

Tan sólo en el puerto de Veracruz hay unos cinco mil expedientes en las agencias del Ministerio Público y los juzgados pendientes de investigaciones y dictámenes.

Javier Duarte, por ejemplo, dejó 19 reporteros asesinados y tres desaparecidos, y todos continúan en la impunidad.

Y, porfis, que nadie diga que son crímenes del sexenio anterior, pues una cosita es que, en efecto, fueran cometidos en el duartazgo y otra es la procuración de la justicia.

Lo peor del asunto es que el ciudadano ha perdido la confianza en la secretaría de Seguridad Pública y en la Fiscalía, pues por más y más denuncias, la tortuga burocrática es canija.

El titular de la SPP es un político combustible. Siempre está ardiendo. Y de igual manera que a muchos políticos, tampoco le gustan, como dice él mismo, que los medios cuestionen, pues sigue soñando con el paraíso de Adán con un mundo a su medida.

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