Cambio climático: ¿Atrapados en un círculo vicioso?
Desafortunadamente algunas de nuestras respuestas bien intencionadas al cambio climático en realidad podrían empeorar las cosas, partiendo por nuestra nueva obsesión por todo lo ‘ecológico’.
Aire acondicionado
Nuestra dependencia al aire acondicionado es probablemente uno de los círculos viciosos que suman al cambio climático más irónicos que hemos creado: a medida que las temperaturas suben, subimos el aire acondicionado, que genera más emisiones, lo que lleva a temperaturas más cálidas, y así sucesivamente. Por suerte, los científicos están averiguando cómo generar aire fresco sin electricidad.
Coches eléctricos
Mucho se ha dicho sobre las credenciales ecológicas de los coches eléctricos. Pero, ¿son realmente limpios? Si bien producen menos emisiones de CO2 cuando circulan, son tan “verdes” como su fuente de energía: la producción de vehículos eléctricos requiere el doble de energía que los coches convencionales debido a las complejas baterías necesarias para hacerlos funcionar.
Turismo de “última oportunidad”
Desde la Gran Barrera de Coral hasta los glaciares en retroceso, cada vez más personas visitan sitios Patrimonio de la Humanidad, y otros lugares afectados por el cambio climático, mientras pueden. Si bien el turismo de “última oportunidad” puede ayudar a crear conciencia sobre los problemas ambientales, las emisiones de los vuelos y la presión sobre los recursos locales empeoran la situación.
Navegar en internet
Incluso si decides no viajar, el simple hecho de quedarse en casa no significa que no se contribuya a las emisiones de carbono. Muy pocas personas se dan cuenta de que la huella digital es comparable a la de la industria de la aviación. Cuantos más datos enviamos y almacenamos, más electricidad necesitamos. Y con miles de millones de personas en línea a diario, esas emisiones suman rápidamente.
Tendencias de alimentos
Muchas personas están cambiando a una dieta basada en plantas por el bien del medio ambiente. Pero no todos los productos no animales son ecológicos. La creciente popularidad de los aguacates, por ejemplo, ha llevado a los agricultores a talar bosques para satisfacer la demanda, mientras que la producción de leche de almendras desvía grandes cantidades de agua en regiones propensas a sequías.
Consumo de productos “naturales”
Se nos invita constantemente a invertir en innovadores productos ecológicos. Pero la verdad es que se ayudaría mucho más al planeta si no se compra nada en primera instancia. Cualquier nuevo producto, no importa cuán “verde” sea, requiere recursos para su fabricación. Por supuesto, algunos productos requieren menos recursos que otros. En realidad, cuanto menos cosas compremos, mejor.
Plantas desalinizadoras
La creciente necesidad de agua dulce en muchas partes del mundo ha incrementado la demanda de plantas desalinizadoras. Lamentablemente, eliminar la sal del agua crea un subproducto tóxico, que puede dañar gravemente los ecosistemas si no se trata como es debido. Aunque las innovaciones tecnológicas ayudan a que este proceso sea más respetuoso con el medio ambiente, aún no está exento de riesgos.
Fuente: https://www.dw.com/es/cambio-clim%C3%A1tico-atrapados-en-un-c%C3%ADrculo-vicioso/g-52209812