Redacción El Piñero | Corresponsalía
Los Ángeles, California. Una ola de tensión social se desató este 7 de junio en varias zonas del sur de California, tras la intensificación de redadas migratorias por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo que ha provocado protestas masivas, enfrentamientos y críticas a las autoridades locales.
En Paramount, suburbio de Los Ángeles, las protestas escalaron cuando manifestantes confrontaron a agentes federales y bloquearon el paso de vehículos oficiales. Unidades de la Patrulla Fronteriza y automóviles particulares fueron atacados en medio del caos. Videos en redes sociales muestran escenas de tensión, gritos y objetos arrojados contra las autoridades.
Según reportes, las redadas iniciaron en la madrugada, generando alarma entre comunidades migrantes, especialmente entre la población latina. Los Ángeles, considerada una ciudad santuario, ha sido el epicentro de operativos masivos, en los que agentes vestidos de civil y fuertemente armados han realizado detenciones en calles, hogares y zonas laborales.
Testigos denunciaron que algunos arrestos se llevaron a cabo con uso excesivo de fuerza. Grupos de derechos humanos, como la ACLU del Sur de California, señalaron que las acciones de ICE fueron respaldadas por agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), pese a compromisos anteriores de no colaboración.
“Los líderes municipales rompieron su promesa. Agentes del LAPD ayudaron a ICE a aterrorizar barrios, impidiendo que personas trabajaran, acudieran a tribunales o a graduaciones escolares”, declaró Andres Kwon, abogado de la ACLU.
En respuesta, cientos de personas se movilizaron en el centro de Los Ángeles y en Paramount, tratando de impedir nuevas detenciones. Manifestantes bloquearon entradas a instalaciones federales y lanzaron consignas contra lo que consideran una política de persecución injusta y racista.
Hasta el momento, al menos 45 personas han sido detenidas durante las redadas. Las autoridades no han dado detalles sobre los cargos o situación legal de los detenidos.
La situación en California refleja una creciente fractura social ante el endurecimiento de las políticas migratorias a nivel federal, lo que ha encendido las alertas entre organizaciones civiles, defensoras de derechos humanos y liderazgos comunitarios.