Redacción El Piñero | Corresponsalía
Ciudad de México.– Como si el guión del poder tuviera capítulos sin cerrar, Norma Angélica “N”, presunta implicada en el doble homicidio de Ximena G. y José M., dos colaboradores cercanos a la Jefa de Gobierno Clara Brugada, fue detenida por agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Su captura, cumplimentada con orden judicial en mano, se convierte en el nuevo episodio de una trama donde los personajes cambian, pero las sombras son las mismas.
De acuerdo con el periodista Antonio Nieto, la mujer habría facilitado información y ayudado a borrar rastros para proteger a los autores materiales del ataque, ocurrido el 20 de mayo en la colonia Moderna, alcaldía Benito Juárez. Fue trasladada al Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla, bajo cargos por asociación delictuosa, mientras el caso sigue engordando expedientes. Según los informes, ya van 13 detenidos, y entre ellos tres habrían participado directamente en la agresión, una operación que, dicen, tuvo logística de película, autos comprados, ocultos y seguidos con precisión milimétrica.
Aun con los reflectores encendidos y el aplauso institucional, las autoridades siguen sin explicar el fondo de la historia. No se sabe quién ordenó el ataque ni por qué la trama parece tener más giros que una telenovela de horario estelar. En cambio, abundan los comunicados, las conferencias y las frases hechas: “no se descarta ninguna línea de investigación”, “seguimos fortaleciendo la coordinación interinstitucional”. Palabras huecas que se repiten más que las campañas de limpieza en el Metro. Porque en la capital del país, la justicia no corre, desfila, con escolta, uniforme y boletín de prensa.