Redacción | El Piñero
Chiapas.— Una cabaña del lujoso complejo turístico Tres Lagunas, en Ocosingo, decidió autodestruirse esta madrugada, consumida por las llamas, mientras sus huéspedes dormían en otros destinos o, mejor aún, en la comodidad de la imaginación de los turistas. Por suerte, nadie resultó lesionado, porque la cabaña, muy considerada, estaba desocupada.
El incidente, que algunos podrían llamar accidente eléctrico de alto voltaje, se propagó con la eficiencia de un influencer viral: madera por todos lados, fuego por doquier, y ningún cortafuegos emocional ni físico que lo detuviera. Al lugar llegaron héroes locales de la Protección Civil y voluntarios de San Javier, quienes, armados de cubetas, mangueras y paciencia, constataron que la cabaña ya era historia.
Mientras tanto, las autoridades —expertas en el noble arte de la espera institucional— brillaron por su ausencia en la escena inicial. No hubo presencia inmediata ni coordinación eficaz; sólo quedó la promesa de que algún día alguien evaluará los daños y determinará la causa oficial, cuando los expedientes tengan tiempo de tomarse un café. Entre tanto, los curiosos y los trabajadores del complejo solo pudieron mirar el espectáculo pirotécnico con mezcla de resignación y diversión involuntaria.