La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que el Estado mexicano es responsable a nivel internacional por la violencia sexual, tortura y posterior fallecimiento de la indígena náhuatl, Ernestina Ascencio Rosario, hecho registrado en 2007 en el municipio de Soledad Atzompa, Veracruz.
Durante la notificación pública de la sentencia, transmitida por los canales oficiales del Tribunal, se estableció que las agresiones sufridas por la mujer, así como la falta de atención médica oportuna y una investigación deficiente, derivaron en su muerte. El fallo concluye que México incumplió su obligación de garantizar justicia y protección a la víctima y a su familia.
El tribunal ordenó reabrir y profundizar la investigación penal, sancionar a los responsables y aplicar medidas de reparación integral, que incluyen indemnizaciones, atención médica y psicológica a los familiares, un acto público de reconocimiento y acciones estructurales para prevenir la violencia contra mujeres indígenas.
La sentencia será supervisada por la Corte hasta su cumplimiento total, marcando un precedente internacional sobre la responsabilidad del Estado mexicano en casos de violencia y discriminación contra pueblos originarios.






