Jaime GUERRERO
La LXVI Legislatura, analiza adiciones a ley de movilidad de Oaxaca para aplicar sanciones más severas a quienes pretenden evadir un alcoholímetro mediante tráfico de influencias, abuso de cargo público o actitudes de prepotencia frente a la autoridad vial
Esa iniciativa es una clara dedicatoria a las conocidos como “#lords y #ladys prepotentes y agresivos que han sido exhibidos a través de las redes sociales en los operativos de alcoholímetros, entre ellos ciudadanos, funcionarios públicos, políticos y hasta legisladores.
En tribuna, la diputada local de Morena, Tania Caballero Navarro, destacó que el alcohol al volante es una de las principales causas de accidentes viales en Oaxaca.
Refirió que el programa de alcoholímetro ha demostrado ser una herramienta eficaz para salvar vidas, pero si la ciudadanía percibe que hay excepciones que se abren atajos frente a la ley, entonces todo esfuerzo pierde legitimidad.
Por ello, presentó iniciativa de reforma al artículo 92 de la ley estatal de movilidad del Estado de Oaxaca, para agravar las sanciones a quienes pretenden evadir un alcoholímetro mediante tráfico de influencias, abuso de su cargo público o actitudes de prepotencia frente a la autoridad.
La la iniciativa establece que, cuando un servidor público o funcionario público, valiéndose de su cargo o nombramiento, intente evadir un alcoholímetro, se aumentará en una mitad el monto máximo de la multa correspondiente.
Lo anterior, sin perjuicio de las demás responsabilidades administrativas o penales que pudieran derivarse de su conducta.
Asimismo, cuando cualquier persona recurra al tráfico de influencias o actúe de manera prepotente para evadir un alcoholímetro, se aumentará en una mitad el monto máximo de la multa
correspondiente, sin perjuicio de las demás responsabilidades administrativas o penales que pudieran derivarse de su conducta.
Caballero Navarro, destacó que quien intenta evadir un alcoholímetro con influencias pone en riesgo la vida de terceros, mientras quién usa un cargo público para evitar la sanción traiciona los principios del servicio público.
Asimismo, destacó que, quien agrede o intimida la autoridad vial, lastima el estado de derecho.
“Esta Reforma envía un mensaje claro en Oaxaca, la vida está primero, la ley se respeta y la impunidad no tiene cabida”, advirtió.
Recalcó que, la incorporación de disposiciones específicas que sancionen de manera agravada estas conductas tiene un propósito doble.
Por un lado, establece un mensaje claro e inequívoco de que ningún servidor público puede colocarse por encima de la ley valiéndose de su cargo o nombramiento.
Caballero Navarro, advirtió que cualquier persona que recurra al tráfico de influencias o que intente amedrentar o imponerse con actitudes prepotentes frente a la autoridad, será objeto de una sanción más severa.
“Con ello, se refuerza la confianza ciudadana en la equidad de la aplicación de la ley y se contribuye a desterrar prácticas que perpetúan la impunidad”, apuntó.