Redacción El Piñero
Veracruz.— Una jornada caótica vivE la ciudad de Córdoba la mañana de este sábado 26 de julio, cuando taxistas foráneos, en su mayoría procedentes de Orizaba, protagonizaron un bloqueo masivo que colapsó por más de siete horas las principales arterias viales, dejando incomunicadas zonas comerciales, hospitales y centros escolares.
El paro, según los manifestantes, fue motivado por la exigencia de revisar las tarifas del servicio de transporte, las cuales califican de obsoletas y poco rentables. No obstante, fuentes oficiales han advertido sobre posibles motivaciones más oscuras detrás de la protesta: una presunta infiltración del crimen organizado y su conexión con redes de grúas clandestinas operando en la región.
Ante la creciente presión social, el Gobierno del Estado activó operativos de inteligencia e investigación para indagar los vínculos entre dirigentes del gremio transportista y estructuras delictivas. En declaraciones recientes, la gobernadora Rocío Nahle advirtió que su administración no tolerará chantajes disfrazados de demandas laborales y que se actuará con firmeza para erradicar cualquier intento de desestabilización auspiciado por intereses criminales.
La ciudadanía, por su parte, exige resultados tangibles y garantías de que este tipo de actos no se repitan.