Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: El ganón del “Frente por México” o “México de frente”, antes “Frente Ciudadano por México”, es Dante Delgado Rannauro.
También, claro, el PRD, el PRD de “Los Chuchos”, Ortega y Zambrano, trepados en la cúpula del poder desde tiempo histórico, a tal grado que provocaron la renuncia de Pablo Gómez, dirigente estudiantil del 68, al sol azteca, denunciando, una vez más, que el partido es rehén de ellos.
Dante, el ganón, porque en el reparto de “las mieles del poder”, dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, le concesionaron 52 distritos donde nombrará candidatos a diputados federales y senadores.
Y el PRD, porque quedó con ciento cuatro distritos, de los cuales cuarenta serán para “Los Chuchos”.
Y el PAN quedó con 144 y que repartirá Ricardo Anaya, el inminente candidato presidencial, y que arrasara con su fuego volcánico a Margarita Zavala, y por añadidura, empujara a Felipe Calderón Hinojosa, su esposo, a trabajar por José Antonio Meade para Los Pinos.
Dante es más, mucho más ganón, porque como se recuerda, su Movimiento Ciudadano estuvo en un tris de perder el registro y fue salvado por Enrique Alfaro, el presidente municipal de Guadalajara, candidato a gobernador casi casi amarrado.
Y ganón, porque además, antes que Andrés Manuel López Obrador con MORENA, Dante tendrá un gobernador en su partido.
Tal cual, Dante con el MC quedó con la candidatura a la silla embrujada del palacio de Jalisco.
Y el PRD, con las candidaturas en Tabasco, Chiapas, Morales y la Ciudad de México.
Y el PAN, con las candidaturas en Veracruz, Puebla, Yucatán y Guanajuato.
La concesión al PRD para buscar las jefaturas al Poder Ejecutivo en cuatro estados significa un exceso. Demasiadas prebendas.
Pero, claro, Ricardo Anaya, tan vorazmente ambicioso, cedió a todo… a cambió de quedar con la nominación presidencial.
PASAMANOS: Según Ronzón, la codicia política de Ricardo Anaya es de antología.
Uno, megalómano. Dos, protagónico. Tres, bocón y que recuerda a “El peje” de joven.
Cuatro, arrogante. Cinco, soberbio, pues contesta lo que quiere a las preguntas de los reporteros.
Seis, grosero, pues llega tarde a las citas. Siete, mesiánico, pues con todo y que ha sido señalado del enriquecimiento de su familia, por ejemplo, cacarea el discurso impoluto de la honestidad.
En el caso de “Los Chuchos” y el PRD, el maestro dice que son unos mercenarios de la política que se rentan al mejor postor.
Fue el caso cuando en el año 2012 traicionaron a Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial ante Enrique Peña Nieto.
Tan es así que años después, Jesús Ortega apareció con el priista José Murat Casab como operadores del llamado “Pacto México” y que tuviera vida efímera, intrascendente.
Con todo, en el carril panista unas elites dicen que Ricardo Anaya es un buen candidato presidencial, pues está hecho para el debate, la polémica y la controversia, con un buen discurso hilarante y provocador y que levantará grandes expectativas.
Ignoran, claro, si triunfará en las urnas, pero servirá como un referente para ganar gubernaturas en los estados, entre ellas, dicen, en Veracruz, con Miguel Ángel Yunes Márquez de candidato destapado, primero, por el dirigente local, Pepe Mancha, y luego, por su señora madre, Leticia Márquez, quien, además, destapó a su hijo Fernando como candidato al trono imperial y faraónico en el año 2024, usurpado ahora por el padre.
Ironías de la vida: cuando el Frente Ciudadano por México fuera anunciado, ocho gobernadores del PAN, entre ellos, Miguel Ángel Yunes Linares, se opusieron por completo a Ricardo Anaya, y ahora, ungido ya precandidato presidencial, están con él hasta la ignominia.
CASCAJO: De hecho, las campañas presidenciales están en el carril. Y con la misma característica de siempre: todos contra todos.
Todos los días, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y Meade trepan al ring. Los tres, como dardos envenados.
El profe Ronzón, observa, sin embargo, que una parte del panismo se irá con Meade por su trabajo en los gabinetes de Vicente Fox y Felipe Calderón, a tal grado que, incluso, Calderón ya se expresó a favor del ex secretario de Hacienda y Crédito Público.
Es más, la gente panista de Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, están con Meade.
Y más, cuando Anaya inició su discurso como precandidato presidencial arremetiendo en contra de Fox y Calderón, los dos panistas que fueron el primero y segundo presidente de la república de oposición en un país dominado ocho décadas por el PRI.
En tanto los perredistas que creen a ciegas en el socialismo nunca, jamás, votarán por Anaya, y se irán por AMLO, quien representa la izquierda, incluso, la izquierda radical, con todo y su “república amorosa”.
Hábil y calculador y que ha traicionado a quienes le extendieron la mano, cínico igual que “el peje”, habituado a la intriga palaciega al mejor estilo de Luis Echeverría Álvarez, Ricardo Anaya hará mucho daño al PRI y MORENA con su vociferío, insultos y agresiones (su especialidad), por ejemplo, pero al mismo tiempo su filosofía política, social y electoral será insuficiente para ganar en las urnas.
Y en medio de tantos vientos huracanados que arrastra Ricardo Anaya, Dante Delgado Rannauro, con tanta experiencia, inteligencia y talento, quedándose con “hacha, calabaza y miel”.
El oficio político de un ex gobernador de Veracruz que se enfrentó con todo a Ernesto Zedillo a propósito del subcomandante Marcos en Chiapas, cuando en el sistema político estaba prohibido contradecir al presidente de la república.