Oaxaca, México.- “Al que madruga Dios lo ayuda”, reza el popular refrán en referencia a quien es diligente para establecer nuevas rutas con futuros muy definidos. Y para quienes aún no observan el 2021, los terrenos político-electorales ya comienzan a ararse, más en la tierra piñera, Loma Bonita, que se mantiene como zona fértil para la cosecha de votos.
Y para Fernando Dávila, presidente reelecto de Tuxtepec, todos los escenarios que pisa son prolíficos cuando de entablar nuevos propósitos políticos se trata. Y es que su reciente triunfo, avasallante sobre MORENA en la segunda ciudad más importante del estado, lo ha impulsado como referente y sinónimo de éxito.
Por ello, sin distraerse, ya calienta motores pulsando distintos entornos, hermanándose con los municipios vecinos para, primero, generar sinergia en busca de nuevos proyectos para la región y segundo, sumar nuevos aliados a favor de una inminente ruta electoral en próximos años.
De entrada, Dávila ya llegó a Loma Bonita y en este fin de semana -viernes y sábado-asistió como invitado especial al último informe de gobierno de Nahim Morales, se reunió con líderes sociales y con el presidente electo Raymundo Rivera con quien acordó unir esfuerzos para gestionar a favor de sus municipios.
Y es que para nadie es un secreto que Fernando Dávila está bajo la lupa de distintas expresiones partidistas, entre ellas del PRI y MORENA, en virtud a que necesitan de un candidato electoralmente fuerte que garantice el triunfo en la región en el 2021; y en la órbita del contorno electoral, precisamente para la candidatura a diputado federal, Dávila embonaría sin mayor problema en cualquiera de los dos partidos.
Así, sin mucho prólogo de su estrategia, Dávila camina con objetivos definidos. Y sin tardarse, madrugando, como en sus tequios, ya trazó el camino a seguir.