Redacción | El Piñero
A tres años del gobierno de Salomón Jara Cruz en Oaxaca, el desencanto entre la ciudadanía es evidente. La administración se encuentra bajo fuertes señalamientos de nepotismo, corrupción y uso discrecional de recursos, lo que ha llevado a muchos a considerar que el poder se ha convertido en un negocio familiar para una élite gobernante.
Las recientes encuestas reflejan la desaprobación generalizada hacia su gestión. Según datos de la encuestadora “Rubrum”, Jara ocupa los últimos lugares en desempeño gubernamental, con una calificación de 3.73 en una escala del 1 al 9, posicionándose en el lugar 19 entre todos los gobernadores del país.
En aspectos de transparencia y acceso a la información, Jara también figura en la posición 19, y en el área de salud mantiene la misma calificación de 3.8. Estas cifras evidencian una clara percepción de insatisfacción por parte de la población, que demanda cambios significativos en la administración estatal.