Redacción El Piñero
La historia que rodea la presunta sustracción ilegal de una bebé del Centro de Maternidad Joaquín Colombres en Puebla ha dado un giro inesperado, sorprendiendo a la comunidad y a las autoridades locales. Inicialmente, la madre de la recién nacida había denunciado el supuesto robo de su hija, quien nació el lunes 30 de septiembre. Sin embargo, nuevos datos indican que la menor fue entregada a una pareja con la que la madre había establecido un acuerdo previo para cubrir los gastos del parto.
María del Pilar Santiago, directora administrativa de la clínica, informó que la madre había aceptado la ayuda de una pareja de conocidos en el séptimo mes de su embarazo. Este acuerdo, según la funcionaria, fue verbal y se realizó con el consentimiento de la madre. La pareja se comprometió a hacerse cargo del bebé, y tanto la madre como los futuros cuidadores firmaron los documentos necesarios para formalizar el traslado de la menor.
En declaraciones a los medios, Santiago enfatizó que se siguieron todos los protocolos clínicos pertinentes. “Todo se hizo de acuerdo a la normatividad”, afirmó, añadiendo que la clínica actuó en el mejor interés de la madre y el bebé. Esta revelación ha generado una serie de reacciones, ya que inicialmente la situación parecía un caso de sustracción ilegal, lo que llevó a la movilización de las autoridades y a un amplio despliegue mediático.
A pesar de la aclaración proporcionada por la clínica, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla ha confirmado que continuará con las investigaciones. La fiscalía busca esclarecer los detalles del caso, ya que persisten dudas sobre el proceso y las circunstancias que rodearon el acuerdo entre la madre y la pareja. El caso ha resaltado la importancia de la supervisión y regulación en situaciones de este tipo, donde la vulnerabilidad de las mujeres embarazadas puede ser explotada.
Organizaciones de derechos humanos y defensoras de la infancia han llamado a la reflexión sobre los sistemas de apoyo disponibles para mujeres en situaciones similares, instando a las autoridades a fortalecer los mecanismos de protección y asesoría.
La historia de la bebé y su madre sigue en desarrollo, y tanto la comunidad como las autoridades están a la espera de más información que aclare esta inquietante situación.