Isaac Rosales | Astillero Informa
El gerocientífico Israel Pichardo-Casas afirmó que, en general, “las personas que trabajan de noche o que tienen interrupciones durante sus ciclos de sueño tienen un mayor riesgo, de hasta el 30 o 40 por ciento, de padecer enfermedades cardiovasculares“.
Además, “tienen una longevidad un poco más acortada con respecto a la población en general. Estoy hablando de una diferencia de tres a cuatro años en promedio”, dijo este viernes en una entrevista para Astillero Informa.
También explicó que tomar algunos suplementos alimenticios como valeriana o melatonina –de los cuales se desconozcan sus concentraciones y su calidad–, así como ingerir una o dos copas de vino antes de dormir puede reducir las fases REM (movimiento ocular rápido, por sus siglas en inglés), que es durante la cual soñamos, se limpia el cerebro y “se disminuyen los riesgos de padecer alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas“.
Pichardo precisó que los ciclos REM que pasamos durante la noche van de cinco a ocho y que estos disminuyen conforme envejecemos. Al tomar estos suplementos, a veces acabamos durmiendo cinco o seis horas con uno, dos o tres ciclos REM“. En paralelo, aunque ayuden a conciliar el sueño con mayor velocidad, “no lo podemos sostener a largo plazo“.






