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Ed Myers, el alumno de Hemingway

El Piñero

Luis Velázquez | El Piñero
03 de septiembre de 2021

EMBARCADERO: Ernest Hemingway fue un genio del periodismo y la literatura… Muchos otros escritores han sido privilegiados en aptitudes, cualidades, atributos, facultades, inteligencia, talento incandescente… Pero nadie como Hemingway… Reportero de policía a los 19 años de edad… Enviado especial a París a los 21 años… Camillero de la Cruz Roja en la Primera Guerra Mundial, pero cronista en la Segunda Guerra Mundial… Cronista en la Guerra Civil Española… Cazador de tigres y leones y elefantes en África… Pescador en Cuba… Boxeador en Estados Unidos… Playboy codiciado por las actrices más famosas, guapas, hermosas y bellas de la época quienes desnudas lo esperaban en la alberca mientras escribía…

ROMPEOLAS: Odiado por el legendario y mítico fundador de la CIA en Estados Unidos, J. Edgar Hoover, y quien, incluso, operó con para su encarcelamiento y que nunca pudo… Más de 25 libros de crónicas, novelas y cuentos publicados… Premio Nobel de Literatura… El único atractivo turístico en Cuba que jalaba a los turistas del mundo para conocerlo… A los 62 años de edad se quitó la vida pegándose un tiro en la boca con una de las escopetas utilizadas para la cacería en África… Un escritor cien por ciento depresivo…

ARRECIFES: Un escritor excepcionalmente dotado para el periodismo y la literatura, fue también un hombre generoso… Por ejemplo, entre tantos otros testimonios, su relación amical con el reportero del Miami Globe, Ed Myers… Un día, Myers se le presentó y le dijo que lo admiraba y había leído su obra literaria y periodística… Y le entregó un montón de crónicas y cuentos que había escrito, unos publicados… Y lo siguió buscando ansioso de convertirse en su amigo… “Quiero ser como usted” le dijo…

ESCOLLERAS: Myers le contó su historia… Un día soñó con ser reportero… Y sin saber nada de periodismo, le dijo, llegó a un periódico y le dieron una oportunidad… Pero luego enseguida, en la primera semana, lo despidieron… Ni siquiera, vaya, conocía las reglas gramaticales… Era incapaz de construir un párrafo con claridad reluciente… Entonces, un amigo le regaló “El viejo y el mar” y lo leyó tres veces en una noche… Luego, buscó más libros de Hemingway… Y los leyó y estudió y trató de escribir como él…

PLAZOLETA: Y luego, se iba a los actos públicos y escribía historias, crónicas, relatos… Y se convirtió en un autodidacta… Y se fue con sus maestros de la escuela primaria y secundaria para que le ayudaran… Y al mismo tiempo, seguía estudiando los libros de Hemingway… Y regresó al periódico donde lo habían despedido y llevó varias crónicas de los últimos acontecimientos y lo aceptaron… El Señor Hem quedó impresionado con Ed Myers… Y simple y llanamente lo adoptó como discípulo… Mejor dicho, como su hijo… Le decía “Mi muchacho”…

PALMERAS: Fue aquella una amistad excepcional, fuera de serie… Por ejemplo, Ed Myers se convirtió en confidente de Hemingway y su esposa… En todos los ataques depresivos, estuvo a su lado, pendiente de todo y con todo… Incluso, cada vez que entraba en pánico, su esposa hablaba a Myers a Estados Unidos y de inmediato tomaba el avión a Cuba para estar con ellos… Y ahí permanecía el tiempo necesario, sacrificando desde su presencia en el periódico hasta la relación amorosa con su pareja… Hemingway le decía… “Un hombre solo no tiene opciones… Y yo te tengo a ti”… Ed Myers lloraba de felicidad cuando su héroe le hablaba así…

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