Connect with us

El concurso de Señorita Oaxaca de 1932: Un hito en la celebración de la Diosa Centéotl

Monika

Redacción El Piñero | Corresponsalía

El Concurso de Señorita Oaxaca de 1932 se inscribe en la rica tradición de la Guelaguetza actual, al ser parte integral de los festejos por el Homenaje Racial en la celebración de la Diosa Centéotl. Tras los devastadores temblores de 1931, Oaxaca revitalizó su identidad cultural y social, llevando a cabo una serie de actividades conmemorativas que resaltaron la riqueza regional, incluyendo la brillante elección de su embajadora.

La organización de este concurso fue un evento significativo, marcado por la participación activa de la comunidad que, a través de desfiles, campañas, y el apoyo de estudiantes y trabajadores, promovió a las candidatas. El fervoroso ambiente durante la elección, que incluyó incidentes de rivalidad y controversias entre los seguidores de las aspirantes, reflejó la importancia cultural del evento y la profunda conexión de los oaxaqueños con sus tradiciones.

Finalmente, Margarita Santaella fue coro­nelada como Señorita Oaxaca con una extraordinaria cantidad de votos, simbolizando no solo la belleza, sino también la unidad y la cultura del estado. Su aparición en el cerro del Fortín el 25 de abril, vestida con un huipil blanco y acompañada por tradiciones ancestrales, marcó un momento memorable que fortalecería los lazos comunitarios en los años venideros.

Este evento, que homenajeaba figuras como la Diosa Centéotl, ha evolucionado en la actual Guelaguetza, consolidándose como una plataforma para celebrar la identidad oaxaqueña, reflejando la riqueza cultural y el legado de sus antepasados. La Guelaguetza, con sus danzas, música y tradiciones, continúa resonando con el espíritu de esos primeros festejos, uniendo a generaciones en el orgullo de su herencia cultural.

Comentarios

Comentarios

Comentarios

Entradas Relacionadas