NACIDO EN OAXACA, en el seno de una familia humilde, Sergio Castro López, hijo del hojalatero Martín Castro y de Manuela López, egresado como contador público de la Universidad Regional del Sureste, es el verdadero ‘Rey del Outsourcing’.
Millonario gracias a su tenacidad, Castro López, el ‘Papi lindo’, fue el pionero en la implementación en el país de esquemas fiscales agresivos que facilitaron por casi dos décadas la evasión de impuestos a empresas, sindicatos y gobiernos de los tres niveles.
Ahora que su principal pupilo, Víctor Manuel Álvarez Puga, cayó en desgracia, el nombre de Castro López volvió a ponerse en la palestra pública así como sus orígenes, el despacho de donde salió y su mentor en los intrincados esquemas contables: Eligio Hernández.
El fundador de IDN lo llegó a tener todo: nombre, poder y mucho, mucho dinero. Amigo de políticos, desde presidentes municipales hasta secretarios de estado, pasando por gobernadores, secretarios de finanzas estatales, diputados, senadores, sindicatos y hasta de Los Legionarios de Cristo.
Asesoró financieramente a gobernadores como el oaxaqueño Ulises Ruiz y el poblano Mario Marín; también al excandidato a la gubernatura de Chiapas, el priísta José Antonio Aguilar Bodegas; al exdiputado panista y excontralor del gobierno de Puebla, Eukid Castañón, y al exsecretario de Finanzas de Quintana Roo, Juan Vergara.
Pero su mayor influencia la ejerció en su natal Oaxaca, durante la gestión del gobernador Gabino Cué, con quien en sociedad con Jorge Castillo Díaz, su operador político y financiero, se valieron de la relación con su mentor, Eligio Hernández, quien manejó a su antojo al secretario de Administración de ese gobierno, Alberto Vargas.
El ascenso de Sergio Castro López fue tan vertiginoso y opulento que todos querían estar con él, sobre todo muchachos de Oaxaca, Puebla y la Ciudad de México con no más aspiración en la vida que hacer dinero rápido. A cualquier estado o municipio que visitara, se hacía acompañar de un séquito de jóvenes apuestos.
Hasta ahora Castro López no ha sido el objetivo de la 4T, a pesar de que la Unidad de Inteligencia Financiera, que capitanea Santiago Nieto, le tiene abierto un expediente. No hay orden de aprehensión en su contra, como sí la hay en los casos de Álvarez Puga y Raúl Beyruti.
Sí es investigado por crear un gran número de oficinas a lo largo del país. En su red de intereses apunte a Federico y Gabriel Sada Bolaños en Oaxaca; Francisco López Aragón en Jalisco, y Germán Rosete López de Llergo en Monterrey.
En Cancún, a Jorge Alberto Galván García, en la Ciudad de México a Ricardo Rejón y a Anuar Estefan Garfias, director de Afiliación y Cobranza del IMSS, y en Campeche a Fabián Narváez, entre otros.
El SAT, que comanda Raquel Buenrostro, y la Procuraduría Fiscal de la Federación, que encabeza Carlos Romero Aranda, los tiene a todos en la lista negra.