Luis Velázquez | Escenarios
02 de junio de 2021
UNO. Góber excepcional
El góber jarocho de la 4T es un hombre fuera de serie. Es la conclusión que por ahora pudiera derivarse si nos basamos en sus declaraciones, entre otras, las siguientes:
No soy represor, ha canturreado. No soy corrupto, pregona. No soy pillo. No me alió con narcos.
No soy machista, jura y perjura.
No soy como Miguel Ángel Yunes Linares. No soy como Javier Duarte.
Digamos, bien sería la octava maravilla del mundo que tanto soñó José Vasconcelos Calderón con su raza cósmica.
DOS. El Hombre Ideal
También podría encarnar, digamos, a la raza pura de Adolf Hitler.
Y/o al político puro entre los puros tan soñado por Francisco Ignacio Madero, incapaz, por ejemplo, de creer que Victoriano Huerta era un traidor.
Tomás Moro, quien soñara con la Comuna, lo tomaría como modelo universal.
Lenin y León Trotsky lo declararían la imagen perfecta de “La dictadura del proletariado”.
Sería el modelo ejemplar de Fidel Castro Ruz para el hombre ideal.
Y/o de Ernesto Che Guevara soñando con el hombre nuevo del socialismo.
TRES. Orgullo de AMLO
La descripción que de sí mismo se retrata el góber jarocho se derivaría, entre otras cositas, cuando López Obrador, el Señor Presidente, lo purificó en la 4T y lo canonizó como el santo superior de su altar patriótico y patrio.
“Estoy orgulloso” dijo López Obrador.
“Es un político leal” exclamó.
“Es el político más honesto” del Golfo de México, mejor dicho, del país, dijo en una mañanera jarocha ante la prensa nacional.
Mucha envidia tendría la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, cuando López Obrador únicamente la declaró “una mujer excepcional”.
Con tantas lisonjas habría en el ejército de aduladores del góber jarocho quienes lo miren con madera para la candidatura presidencial de López Obrador en el año 2024.
CUATRO. La octava maravilla
Está claro que los presidentes de la república suelen alabar sin cesar a los gobernadores del país.
Más, mucho más, cuando pertenecen al mismo partido.
Más, cuando el jefe del Poder Ejecutivo Federal en turno lo impone como su candidato, caso el del góber jarocho, quien fuera bendecido en par de ocasiones. La primera, en el año 2016, cuando perdiera ante Miguel Ángel Yunes Linares. Y en el año 2018, cuando derrotar a Miguel Ángel Yunes Márquez.
En el caso de López Obrador y su góber jarocho, la lisonja tropical rebasó por la izquierda, el centro y la derecha, a los jefes máximos, tlatoanis y tótems.
CINCO. Líder de gobernadores
En contraparte, el góber se ha definido a sí mismo con los siguientes hechos:
Soy fifí. Sabadaba. Catrinero. Salsero.
Soy machetero (porque agarró la moruna para podar el monte en lote baldío de la secretaría de Educación).
Soy el obradorista del país.
Pronto seré, se dirá, el líder de los gobernadores de la CONAGO.
“Con el tiempo y un ganchito” hasta secretario de Estado.
SEIS. En las grandes ligas
Mandatarios fuertes y poderosos de Veracruz fueron, entre otros, los siguientes:
Guadalupe Victoria, Antonio López de Santa Anna, Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines, quienes pasaron a presidentes de la república.
Heriberto Jara, Cándido Aguilar, Adalberto Tejeda Olivares y Fernando Gutiérrez Barrios, ungidos secretarios de Estado.
Teodoro A. Dehesa, 19 años en la silla embrujada del palacio durante la dictadura porfirista.
Luis Mier y Terán, compadre de Porfirio Díaz, y que en el mando “mató en caliente” a los 9 jarochos sublevados a la reelección de don Porfirio.
El góber de la 4T, en las grandes ligas del quehacer nacional pateando la pelota…
