➡️ Transportistas estiman que entre 15 y 20 mil lomabonitenses llegarán en las próximas semanas, un movimiento humano que transforma por completo la vida económica y social del municipio
Piñadero | Editorial
Loma Bonita, Oaxaca.- Cada diciembre, Loma Bonita vuelve a vivir su doble identidad. La ciudad que permanece y la ciudad que regresa, esa que trabaja en el norte del país, en maquilas y corredores industriales, y que viaja miles de kilómetros para reencontrarse con su origen.
Transportistas estiman que entre 15 y 20 mil lomabonitenses llegarán en las próximas semanas, un movimiento humano que transforma por completo la vida económica y social del municipio.
Pero este éxodo no nació de la nada.
Tiene historia.
Tiene responsables.
Tiene heridas pendientes.
El LOMA QUE SE FUE…
Durante las décadas de los 50, 60, 70 y parte de los 80, Loma Bonita fue un emporio agrícola y agroindustrial del sureste: fábricas operando día y noche, el campo en producción permanente, miles de empleos, dinamismo económico feroz.
Loma no dormía; era símbolo de modernidad regional. De ahí nació su título de “Capital Mundial de la Piña”, un cultivo que conquistó mercados nacionales e internacionales.
Pero todo colapsó.
Según testimonios de quienes vivieron esa época, el derrumbe económico vino por una mezcla explosiva:
* Inflaciones desbordadas
* Corrupción en el agro —tanto de funcionarios federales como de productores que desviaban créditos sin sembrar
* Desorden financiero y exceso de circulante impulsado por el gobierno de Echeverría
* Mala administración pública en los sexenios posteriores
* Crisis estructurales que, ya en los años 80 y 90, estallaron con las devaluaciones y el empuje del neoliberalismo
El país se tambaleó y Loma cayó con él.
Lo que fue un motor económico se convirtió en tierra de oportunidades perdidas.
Miles de familias emigraron hacia el norte, a Estados Unidos o a estados fronterizos.
Ese éxodo es el mismo que hoy, cada diciembre, regresa a casa.
EL RETORNO MASIVO; DICIEMBRE, MES DE REENCUENTROS
Desde el 15 de diciembre inicia el arribo continuo. Para el 24, Loma ya está llena. Entre 15 y 20 mil paisanos se quedarán en el municipio o zonas cercanas, mientras que más de 50 mil pasajeros cruzarán por la región rumbo a distintos destinos. El regreso al norte comenzará durante la primera semana de enero y continuará de manera escalonada durante todo el mes.
El calendario escolar facilita el movimiento: vacaciones del 22 de diciembre al 6 de enero, y retorno a clases hasta el 12. Es tiempo suficiente para que familias completas viajen sin contratiempos.
CUANDO LOMA VUELVE A SER DOS
Las calles se llenan de autos con placas foráneas.
Los mercados recuperan rostros ausentes.
Las casas se agrandan para recibir a los que vuelven.
“Estamos esperando al otro Loma”, dicen los transportistas.
Y es verdad; hay un Loma que se quedó resistiendo el colapso económico… y otro que tuvo que irse cuando la tierra dejó de dar.
Cada diciembre, ambos se reencuentran.
Y cuando eso ocurre—por unos días—
Loma Bonita vuelve a ser la ciudad grande que alguna vez fue.






