Piñadero Político
Por El Piñitas
En los comicios del 5 de junio de 2022 en Oaxaca, más que la gubernatura de la entidad estará el futuro de las oaxaqueñas y los oaxaqueños, principalmente de los pueblos y comunidades indígenas donde se desarrollarán las diferentes etapas del megaproyecto conocido como Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, para cumplir el sueño de las grandes potencias comerciales del mundo, unir los puertos de Salina Cruz, Oaxaca y Coatzacoalcos, Veracruz y así tener una vía alterna, al Canal de Panamá.
Se trata de un añorado proyecto de las empresas transnacionales para abaratar sus costos y tiempos de trasporte, entre los mercados asiáticos y americanos, lo que convierte a toda la región del Istmo de Tehuantepec, en un territorio estratégico para la geopolítica, pues los intereses que se manejan, antes de que la obra se realice son de escala global, lo que orilla al gobierno mexicano a ceder soberanía, a costa de los derechos de los auténticos propietarios de esos territorios.
De allí la ingeniería política, diplomática y electoral que está utilizando el gobierno federal en alianza con los poderes formales y facticos en la zona, para allanar el camino para que el proyecto no tenga ningún obstáculo, a pesar de los argumentos jurídicos, sociales, económicos e históricos que alegan los pueblos dueños de las tierras que se verán afectadas no con la ampliación y fortalecimiento del ferrocarril interoceánico que tendrá conexión con el Tren Maya y con otra línea hacia Centroamérica, sino aquellas que serán utilizadas para la construcción del gasoducto que atravesará la región, para abastecer a las industrias que se instalarán en los parques proyectados a lo largo del Istmo.
Para que las obras contempladas en el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec puedan operar, se requiere de infraestructura básica, como carreteras, puentes, así como desarrollos inmobiliarios, centros comerciales, entre otros servicios indispensables, los cuales tendrán que construirse en tierras de los pueblos y comunidades indígenas de la zona.
Al tratarse de una infraestructura de importancia geopolítica y comercial, será necesario ser custodiada por la militarizada Guardia Nacional, de allí la urgencia del Poder Ejecutivo Federal, que esta corporación de seguridad pública pase a depender de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec será un muro que dividirá al país en dos, el México del Norte y Centro y el del Sureste; la línea ferroviaria, el gasoducto y los parques industriales ya han sido catalogados como de seguridad nacional, por lo que la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Marina, estarán a cargo de su seguridad.
Con un “muro” de esta naturaleza, militarizado, se detendrá el flujo de migración centroamericana, para dar cumplimiento a los planes de Estados Unidos de que los ciudadanos de aquellos países de la región se queden en México.
La persona que sea designada como candidata al gobierno de Oaxaca, debe tener el perfil necesario para convertirse en el operador del gobierno federal, con la finalidad de que proyectos de esta naturaleza no tengan tropiezos, además, no tendrá que intervenir en las facultades que le da al gobierno federal el referido decreto presidencial, que lo faculta para usar la fuerza pública y la militar para evitar que la población local se oponga con acciones al referido proyecto.
A pesar, que se están guardando las formas, respetando los estatutos de MORENA para seleccionar a la persona que será la candidata a la gobernatura, el clásico dedazo presidencial con el que operó el PRI, reaparecerá en la escena de la política oaxaqueña, pues será el presidente de la república, el que tendrá la última palabra.
Si quien decidirá no inserta a un tercero en discordia, la batalla final estará entre la senadora Susana Harp Iturribarría y el senador Salomón Jara Cruz.
A la primera la avalan sus relaciones familiares, pues es sobrina de los hombres más ricos de México, Carlos Slim Helú y Alfredo Harp Helú, ambos de origen libanés. Alfredo es primo de Carlos Slim, al igual que el papá de Susana. Qué mejor relación para la 4T, estarían cuidando intereses comunes, como el megaproyecto y demás obras de Andrés Manuel López Obrador y el dinero que la familia invertirá en ellas.
De esta manera, MORENA y el gobierno federal puede prescindir de los servicios de Salomón Jara, porque a pesar de que argumente que tiene la voluntad popular de su lado, lo acompaña su historia negra de corrupción.
López Obrador ha declarado que conoce a Jara desde antes de que Gabino Cue fuera gobernador, eso implica que le conoce todos sus actos de corrupción y no pondrá en riesgo su proyecto por una amistad.
El trabajo electoral se lo pueden hacer, con mucho gusto, los poderes formales y facticos de Oaxaca, pues, a cambio, tendrán sus respectivas ganancias.