– Los ladrones forzaron una ventana y revolvieron todo. El jubilado, de 94 años y con un pasado en el club Midland, fue hallado al lado de su cama. Creen que sufrió un infarto durante el asalto.
EEUU.- Orlando tenía 94 años y era fuerte como un roble, según decían sus familiares. Hace 20 días se había hecho un chequeo médico general y los resultados le habían dado perfecto. Había sido jugador de fútbol en Ferrocarril Midland y de sus años en la cancha heredó un apodo, tan duro como el que le puso su familia: para todos era el “Tanque” Musso. Jugó en los años ‘40 y ‘50, participó en la construcción de la sede y fue miembro de la comisión directiva hasta 2014. Allí, incluso, había conocido a su esposa, que murió hace casi tres años. Su largo recorrido en el club explica el dolor que sintieron el jueves los socios, al enterarse que había muerto durante un robo en su casa de la localidad de Libertad, partido de Merlo.
Musso había sido empleado del Ferrocarril Midland (hoy el Belgrano Sur). Después de jubilado, siguió haciendo trabajos como electricista y carpintería. A pesar de la edad todavía se lo podía ver cortando el césped y ocupándose del mantenimiento de su casa. Y eso fue justamente lo que llamó la atención de su hermana Yolanda, de 91 años y vecina de la misma cuadra, el mediodía del jueves. Las persianas de la casa ubicada en España al 1000 estaban bajas y no había movimientos en el interior. Preocupada, llamó a su sobrina Adriana (hija de Orlando).
Al legar, la mujer encontró la puerta abierta. Adentro estaba todo revuelto. Su papá estaban recostado en la cama, con una bufanda en el cuello y sangre en la boca. Los investigadores creen que dos ladrones entraron por una ventana lateral -la única que no tenía rejas- para asaltarlo. Solo se llevaron un televisor y unos pocos pesos de la jubilación.
“¿Quien en el barrio Libertad no conocía a los hermanos Musso?”, se lamentaba ayer una vecina en el sitio de Facebook “Merlo Real”. Era el sentimiento de todo el barrio, porque Orlando era una persona muy querida y activa. Participaba en los centros de jubilados y en las asociaciones vecinales y de fomento. Tenía dos hijas y cinco nietos, que ayer lo velaban en una cochería frente a la cancha de Midland. Ayer Mario, su yerno, contó cómo fue todo: “Mi señora fue la que entró y encontró las dos puertas violentadas. Vio todo revuelto en la casa y lo encontró en la cama, ya sin vida”, relató.
La víctima llevaba puesto un slip y dos camisetas. En principio circuló la versión de que había muerto ahorcado con una bufanda, aunque después sus familiares aclararon que la usaba siempre para dormir. A pesar de que los resultados de la autopsia estarán el lunes, se cree que murió de un infarto por el susto que le provocó el robo.
“No tenía lesiones y el sangrado de la nariz que le encontraron era de una enfermedad que él tenía”, explicaron sus familiares. No está clara la hora en que sucedió el robo, aunque se cree que fue entre la noche del miércoles y las primeras horas del jueves. La Policía de Merlo encontró un destornillador cerca de una ventana lateral con el que los asaltantes sacaron un mosquitero. Era la única ventana de la casa que no tenía rejas, en un barrio que, según cuentan los vecinos, se volvió inseguro en los últimos años. Por el tamaño de la ventana se cree que podría haber actuado un menor o una persona de contextura física pequeña.
“Le robaron el televisor porque no tenía otras cosas de valor. Vivía de su jubilación y de la ayuda de sus familiares. Nos tocó vivir la película del lado de adentro”, contó el yerno de la víctima. En su muro de Facebook publicó una foto de Orlando con su nieto: “El cielo recibe a una grande de la vida como pocos. Orlando, gracias por compartir años y ejemplos de vida. Y que se pueda hacer justicia con estas lacras HDMP. Siempre vas a estar en nuestra memoria”, escribió.
El caso es investigado por la Unidad Fiscal de Investigaciones N°2, a cargo de Daniela Barrozo. Según contaban ayer los vecinos, Libertad perdió la tranquilidad que supo tener. El aumento de los robos los obligó colocar más rejas. Eso fue lo que hizo Musso, aunque sólo le quedó una ventana sin reforzar. Ese lugar habría sido utilizado por los ladrones para entrar a la casa.
“Qué tristeza invade mi corazón, recuerdo mi infancia andando en patines por esa vereda, mi adolescencia caminando tranquila. Recuerdo hace años ir a comprar al famoso 24 horas y que nada de esto pase. En menos de un mes robaron a casi la mayoría de los vecinos. Hace menos de un mes un motochorro me tiró al piso a las dos de la tarde. Mi más sentido pésame para toda la familia y que en paz descanses, abuelo Musso”, escribió Romina Aguilera, vecina de la víctima
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