Por: Roberto POLO | El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.- “Entre Piñales” resultó un exitazo. La organización. Las autoridades. Los competidores. La iniciativa privada. Nuestro pueblo. Nuestra ciudad. Todos ganaron gracias a un sueño entusiasta que aterrizó en la realidad, rebasando toda expectativa y generando mayores anhelos para la posteridad. Se marcó, pues, un capítulo deportivo histórico.
Lo que la tierra piñera vivió este domingo –06 de marzo– fue un hecho sin precedentes. Se trató de una genuina muestra de solidaridad social a partir de una bondadosa disciplina como el ciclismo, abrazado de inquietudes que lograron ponerlo a tono del espectáculo de los campos piñeros, de la generosa tierra que ha sido el motor económico de nuestra urbe.
En esta gesta deportiva participaron 616 ciclistas, provenientes de las regiones y entidades vecinas, principalmente, que en seis categorías se desplazaron a lo largo de 50 kilómetros, teniendo a la vista paisajes de abundante naturaleza y la riqueza de los campos piñeros que, por vez primera, tuvieron la presencia multitudinaria de manos ajenas a las cosechas.
Para los organizadores de “Entre Piñales” haber logrado, de entrada, su realización, fue un éxito. Y más aún cuando, a voz de una mayoría de participantes, se calificó como un gran evento, extraordinario, que dejó el apetito competitivo y de recreación completamente satisfecho.
Pero el resultado no hubiera sido el mismo sin el ánimo y voluntades que, en sinergia con la iniciativa privada, es decir, con el sector comercial-empresarial, lograron que se cumpliera con una plena organización. Además, del decidido respaldo de la Presidencia Municipal y sus diversos brazos operativos, entre ellos, la Casa de Cultura, Policía Municipal, Protección Civil, así como el apoyo destacado de la Policía Vial y Policía Estatal que, en todo momento, brindaron asistencia al evento.
De esta manera, el éxito de “Entre Piñales” fue más allá de lo deportivo, pues se logró, además de la sinergia descrita, el dinamismo y fluidez de la economía que tanto hacía falta detonar luego de los estragos que causó la pandemia en los últimos dos años. Restaurantes y hoteles, sobre todo, fueron el reflejo de la importante derrama económica que se dejó en esta tierra.
Niños, niñas, mujeres, hombres, familias enteras dibujaron en esta celebración deportiva lo esperado y, se entiende, el objetivo principal: el intento por restablecer el tejido social que, en tiempos turbulentos como los actuales, se ve constantemente amenazado. Así, pues, se trabajó bajo la mística de ponderar la armonía, la unidad y, de paso, la salud que, también, ha sido duramente golpeada.
El éxito, entonces, fue de todos. Y “Entre Piñales” –una iniciativa que nació de un colectivo propositivo y perseverante- será el referente, el ejemplo, que hizo de un sueño, una realidad.