➡️ No piden favores, exigen justicia laboral, el pago de su gratificación por finiquito, derecho plasmado en el Contrato Colectivo de Trabajo
➡️Los jubilados, con más de 30 años de servicio, denunciaron ante El Piñero, Periodismo y Debate la indolencia y el silencio institucional del COBAO y del propio gobernador Salomón Jara
Redacción El Piñero
Oaxaca de Juárez, Oax.— Bajo el sol implacable y con pancartas en mano, maestros jubilados del Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca (COBAO) alzaron la voz este viernes frente a las oficinas centrales de la avenida Universidad, en la capital oaxaqueña. No piden favores, exigen justicia laboral: el pago de su gratificación por finiquito, derecho plasmado en el Contrato Colectivo de Trabajo que el gobierno estatal mantiene congelado en la indiferencia.
La llamada “Primavera Oaxaqueña” —ese lema de renovación y dignidad que tanto se pregonó desde el poder— se marchita frente a los ojos de quienes entregaron su vida a la educación. Los jubilados, con más de 30 años de servicio, denunciaron ante El Piñero, Periodismo y Debate la indolencia y el silencio institucional del COBAO y del propio gobernador Salomón Jara Cruz, quienes han evadido el diálogo y las soluciones.
“Dimos nuestra vida al servicio de la educación, y esta es la manera en que el Estado nos responde”, expresaron los manifestantes, visiblemente indignados. “No pedimos limosna, exigimos lo que nos corresponde por ley”, añadieron.
La protesta exhibe un nuevo foco de descontento social que golpea el rostro del gobernador. Y tiene nombre: Angélica Ramírez, directora general del COBAO —identificada como cercana al secretario de Cultura, Flavio Sosa Villavicencio—, señalada por los inconformes como la funcionaria que ha detonado el conflicto al desatender los reclamos de quienes, con su trabajo, sostuvieron por décadas al sistema educativo estatal.
Mientras el discurso oficial insiste en presumir un gobierno “humanista” y “de transformación”, la realidad pinta otro cuadro, el de maestros jubilados en el abandono, el de oficinas cerradas al diálogo, el de promesas sin cumplir.
En Oaxaca, aseguran los manifestantes, no hay gobierno de izquierda ni primavera que florezca, sino una administración que ha convertido la justicia laboral en palabra vacía. Y lo sabe —afirman— el secretario de Gobierno, Jesús Romero López, quien también ha optado por agudizar los oídos sordos frente a los numerosos problemas que se multiplican en el estado.
La protesta de los jubilados del COBAO no es un hecho aislado, sino otro síntoma del desgaste del gobierno primaveral, donde la incongruencia entre el discurso y la acción se hace cada vez más evidente.






