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Expediente 2017: El Motita azul

Betillo Carmona

Expediente 2017: El Motita azul

Luis Velázquez

Veracruz, 05 de enero de 2017.-¡Adolfo Mota vive! ¡El Enrique Rébsamen de Javier Duarte reapareció al lado del góber azul! Cierto, en una foto, con el rostro de la esfinge. Impenetrable. Demudado. Ido. Absorto. Pero ahí, a un lado, en el presídium, aun cuando momentos antes, la efusividad entre ambos.

Ahora sólo resta esperar que también invente una frase célebre para susurrar al Yunes azul, como aquella cuando al prófugo de la justicia le dijera:

“Un desprecio de usted es peor que el desprecio de mi esposa”.

Y/o cuando antes de que lo restituyera como secretario de Educación le dijo:

“Ponga mi lealtad a prueba. Envíeme al distrito que el PRI tenga perdido como candidato a diputado federal. Y si pierde me lanza del paraíso”.

Motita fue uno de los cuatro guardias pretorianos de Duarte, que ni siquiera, vaya, dejaban pasar una trompetilla en los eventos públicos y sociales para acercarse al góber tuitero.

Los otros, claro, eran Érick Lagos Hernández, Jorge Carvallo Delfín y Alberto Silva Ramos, todos diputados federales para, digamos, sólo digamos, posicionarse como posibles candidatos a la silla embrujada de palacio.

Nunca, por ejemplo, la denuncia de la Auditoría Superior de la Federación de que en las secretarías de Educación y de Salud con Pablo Anaya Rivera y Juan Antonio Nemi Dib estaba el peor cochinero de los fondos federales procedió en contra de Motita.

Tampoco causó un ligero temblor la denuncia del presidente de la Fundación “Mexicanos Primero” de que con Motita existían irregularidades por 6,500 millones de pesos de recursos federales.

Por el contrario, perspicaz y evasivo, huidizo, muy fregón, envió a la subsecretaria Xóchitl Adela Osorio a la ceremonia en Boca del Río donde el hijo del dueño de la Kimberly Clark arremetió en su contra.

Y la libró.

Ahora, acompañó al góber azul en la entrega de medicinas a clínicas y hospitales de Veracruz el martes 3 de enero, él mismito día en que Javier Duarte cumplió 79 días “a salto de mata”, huyendo de la PGR, la Policía Federal, las Fiscalías del país, el Cisen y la Interpol.

 

LASTRE Y DESASTRE

 

El paso de Motita por la SEV fue lastre y desastre:

600 mil analfabetas de 14 años de edad en adelante.

Un millón de paisanos con la educación primaria incompleta.

Otro millón con la educación secundaria a medias.

600 mil con el bachillerato inconcluso.

De cada cien alumnos egresados de la primaria sólo diez llegan a la universidad.

Primer lugar nacional en el bailable regional del “Tilingo lingo” y “El querreque”.

La calidad educativa en el sótano nacional.

Un fraude con las Escuelas de Tiempo Completo.

La SEV, rehén de los líderes sindicales, el más ambicioso, Juan Nicolás Callejas Arroyo.

Nueve de sus familiares (la esposa, el cuñado, tres primos y sus esposas) en la nómina con sueldos de hasta 33 mil pesos.

Diez plazas a metrosexuales para felicidad absoluta del subsecretario Nemesio Domínguez Domínguez, el ex cacique de Santiago Tuxtla.

Más las irregularidades millonarias detectadas por la Auditoría Superior de la Federación.

Entre otras cositas.

Y nunca, jamás, Duarte lo tocó “ni con el pétalo de una rosa”.

Por el contrario, lo rescató de la SEV para enviarlo al Congreso de la Unión, donde se reencontró, más cerquita que nunca, con su alter ego, el senador Emilio Gamboa Patrón.

Ahora, al lado del góber azul.

¿Será porque Gamboa Patrón cabildeó con Miguel Ángel Yunes Linares?

¿Será porque Motita repite el modelito que camina en el pasillo político de Érick Lagos y Jorge Carvallo junior de que traicionaron a Duarte con información privilegiada a la Yunicidad?

¿Será porque el góber azul está enviando mensajito clave, digamos, especie de calambrito, tipo a Moisés Mansur Cisneyros cuando le dijera que encarcelaría a su esposa en el penal de Pacho Viejo?

¿Habría sido perdonado?

¿O es fama pública la presunta corrupción, pero en realidad es un alma de la pureza, honesto a prueba de bomba, intachable, impoluto?

Y más, por lo siguiente:

Motita apareció al lado del Yunes azul en un evento de salud, cuando él mismo es presidente de la Comisión de Población y vocal de las Comisiones de Educación y Cinematografía.

 

LA FISCAL ANTICORRUPCIÓN

 

Muchas cosas tendrá que decir la fiscal Especial para Investigación de Desvíos Financieros en Veracruz, Lucía Lara Carmona, quien en el Chirinismo fue, por cierto, directora de Averiguaciones Previas de la Procuraduría de Justicia, tiempos con Eduardo Andrade Sánchez y Rodolfo Duarte Rivas, y en que denunciara al reportero Raymundo Jiménez por difamación.

Ella tiene, entre otras cositas, el peso histórico de la Yunicidad para demostrar la corrupción de los duartistas que hayan “metido la mano al cajón” y “ordeñado la vaca” como solía repetir el ideólogo panista, Gerardo Buganza Salmerón.

Entre ellos, al diputado federal, Adolfo Mota, pero también a María Georgina Domínguez y Alberto Silva Ramos, a quienes el góber azul ha anunciado que los investiga.

Y a los ex secretarios de Seguridad Pública y de Trabajo y Previsión Social, Arturo Bermúdez Zurita y Gabriel Deantes Ramos.

Y a los ex secretarios de Gobierno y Desarrollo Social, Érick Lagos Hernández y Jorge Carvallo Delfín.

Y al ex Oficial Mayor de la SEV, Édgar Spinoso Carrera, y al ex tesorero de la SEFIPLAN, Antonio Tarek Abdalá.

Y a los diputados locales, Juan Manuel del Castillo y Vicente Benítez González.

Y a tantos otros en la lista negra, algunos de los cuales se afirma en el carril político que habrían comprado impunidad con delaciones en contra de Javier Duarte, vaya el lector a saber.

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