Luis Velázquez
Veracruz.- El gobernador de Veracruz sigue en campaña. Según el politólogo Carlos Ronzón Verónica, el proyecto familiar se llama “El príncipe heredero”. El operativo tiene como Niño Pípila al duartazgo que sirvió para ganar la gubernatura de dos años y todo indica la sexenal, como una bomba yihadista que destruye más, mucho más al priismo.
Y lo más inverosímil. También ha funcionado para que en el imaginario social y político fuera sepultado el libro de Lidya Cacho, “Los demonios del Edén”, y pulverizar a “El peje” con su frasecita de que en Golfo de México hay una residencia que ya desearía Barak Obama.
El saqueo y la corrupción oficial en el sexenio anterior con Javier Duarte está lleno de espinas como un cardo, o de veneno, como una nauyaca.
Y una prueba irrefutable es que en la comparecencia de los secretarios del gabinete legal de la yunicidad, todos, sin excepción, parecieran estar jugando una apuesta para madrear “a tiro por viaje” al duartismo, hecho ya polvo y talco en el carril político.
Todavía más: tanto se han ido a la yugular los secretarios (ninguno como un estadista de primer mundo) que tanto ellos como los diputados locales del PAN y PRD compiten en el tiradero de lodo como si riñaran para quedarse con “el dedazo” del jefe máximo de la revolución azul con las candidaturas a la curul federal o con la reelección, como si de hecho y derecho agarrar al duartazgo como piñata mereciera un bono navideño singular.
Todos, pues, integrados en el huracán antiduartiano para que el interno del Reclusorio Norte de la Ciudad de México se muerda con más fuerza “uno y el otro”.
PORNOGRAFÍA POLÍTICA
En vez de comparecencias para rendir cuentas del primer año en que la alianza PAN y PRD lanzara al PRI del poder sexenal luego de más de 80 años en el mando, o soñar, digamos, por la transición democrática, en el Poder Legislativo hay un escándalo salpicado de morbo. Mejor dicho, de pornografía política.
Más todavía: Javier Duarte, con once duartistas en el penal de Pacho Viejo, y cien denuncias penales (se afirma) en la Fiscalía en contra de igual número de políticos rojos, el rafagueo en el Congreso es como si a un muerto le dieran varios tiros de gracia, con la misma saña, o peor, que los malandros a sus víctimas.
Hiperactivo el góber azul (genes son genes y vísceras son vísceras, dijera uno de ellos), los secretarios yunistas también lo son.
Y todo, absolutamente todo el sexenio anterior es corrupto. Cien por ciento corrupto, como ningún otro gobierno en la historia, más que local, nacional.
Bueno, hasta la secretaria de Trabajo y Previsión Social (Silvia Edith Mota Herrera) quien en doce meses ningún humano le ha conocido la voz ni tampoco sus resultados en la tarea de gobernar cobrando un sueldo mensual con cargo al erario, agarró la tribuna a machatazos para cercenar los restos del duartismo.
Que se fregaron el Fondo de Ahorro. Que se robaron vehículos oficiales. Que dejaron deuda espantosa en las Juntas de Conciliación. Que dejaron de pagar las cuotas obreropatronales al IMSS. Que “ordeñaron la vaca” de los laudos laborales. Que las Juntas Regionales de Conciliación están sin personal. Que los inmuebles están deteriorados. Que descompuestos los equipos de cómputo.
El peor de los mundos.
Y aun cuando nadie ignora el peor saqueo en la historia nacional cometido por un gobernador y los suyos, caray, doce meses de que todos los días llueve lodo y lodo y más lodo, ni siquiera en los cuarenta días y noches del diluvio universal.
La estrategia, claro, parte de una hipótesis universal:
Entre más madriza al duartismo… más posibilidad de ganar las 5 elecciones del primero de julio del año entrante.
Es decir, y como en el viejo tiempo priista, “de todas… todas”.
NADIE HA TORCITO EL BRAZO A YUNES
En más de dos décadas, nadie pudo torcer el brazo al Yunes azul para disminuir o neutralizar el bombardeo, por ejemplo, al “tío” de Nopaltepec, el fogoso.
Tampoco ahora con el duartazgo, quienes, y como dice el clásico, todos “se le pusieron de pechitos” con la corrupción de que fueron y son acusados tanto por la Auditoría Superior de la Federación y el nuevo Orfis, Organo de Fiscalización Superior, que en el sexenio anterior nunca, jamás, advirtió el cochinero.
Y si nadie ha torcido el brazo al góber azul…
Y el góber azul ha enfrentado varias batallas de las que ha salido airoso, como por ejemplo, el choque de trenes con Roberto Madrazo…
Y con su antigua mecenas y aliada, Elba Esther Gordillo…
Y con Emilio Chauyffet Chemor, con todo y que fuera secretario de Gobernación y Educación…
Y cuando defendiera al líder petrolero, Carlos Romero Deschamps y a su tesorero, Ricardo Aldana, acusados del desvío millonarios de recursos de Pemex a la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa…
Y hasta del espinoso asunto de la fuga de Joaquín “El chapo” Guzmán del penal de Los Altos, Jalisco…
Entonces, ni hablar, fajador de cantina, peleador callejero, levantador de pesas, que corre hasta diez kilómetros diarios y todos los días se pesa como parte de la disciplina alimentaria y que sólo duerme un ratito cada 24 horas, y que “habitualmente toma una sola copa de vino”, su gabinete legal se inventa y reinventa en la política antiduartista, o como dice el clásico, “en el pecado llevarán la penitencia”.
Obsesionado con el 2018, el góber azul ha cerrado filas. Y cada secretario en la comparecencia legislativa ha de mostrar el puño.
Todos están en guerra y ni modo de rajarse y “echarse para atrás”.
Lo decía Vicente Fox, “ni para tomar aliento”.