Luis Velázquez
Veracruz.- Zozocolco es un pueblo mágico. Pero en los días de Cuitláhuac García, una menor de edad violada. Días después, murió en el hospital. Días antes, una empleada de otro municipio mágico, Progreso de Zaragoza, ultrajada. En esos días, un estudiante asesinado en Zozocolco.
El primer día del sexenio de la izquierda en Veracruz, el primer feminicidio. El día 8, en Rodríguez Clara, en el poblado “Ojo de agua”, una migrante de América Central, asesinada, digamos, el segundo feminicidio. Además, cuatro heridos, entre ellos, un niño.
Y aun cuando el secretario General de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, concluyó que la violencia es culpa del Fiscal Jorge Wínckler bajo el principio universal de que “tanta impunidad genera más violencia”, desde el lado de MORENA, el senador Alejandro Armenta Mier parece que ya encontró la fórmula mágica para acabar, por lo pronto, con los violadores y pederastas en el país, y con suerte, en el mundo.
El senador ha propuesto en la máxima tribuna parlamentaria de la nación la castración química para todos ellos.
Sólo así, dijo, disminuirían y en un descuido desaparecería el alto índice de abusos sexuales, pero más aún, la violencia intrafamiliar que según otros teóricos es la razón máxima del feminicidio.
La castración química, digamos, al mismo nivel cultural cuando los emperadores romanos tenían un montón de mujeres a su servicio sexual y que eran cuidadas por sus guardias pretorianos, todos eunucos, para evitar la tentación del cuerpo, del corazón, de las neuronas y del sexo.
Nada de raro y extraño.
En la cultura azteca, por ejemplo, ya se sabe que el dios de la guerra, Huitzilopochtli, siempre estaba hambreado y sediento de sangre y a cada rato le ofrendaban doncellas vírgenes menores de veinte años que así le gustaban para estar en paz.
Por fortuna, a nadie en la revolución se le ocurrió la castración química, porque, y por ejemplo, Pancho Villa se casó veintinueve veces y procreó veintiocho hijos, y siempre era casado por un sacerdote, es decir, con la bendición de Dios.
Pero, bueno, los tiempos, dicen, suelen cambiar, y ahora con la izquierda en el poder sexenal, las ideas brillantes, insólitas, históricas, están apareciendo.
GRANDES IDEAS DE MORENA
El senador de MORENA dice que el país ocupa el primer lugar en el mundo en materia de abuso sexual, además de los feminicidios, como por ejemplo, en Puebla, donde van ochocientos, y por tanto, está ultra contra súper convencido de que solo con la castración química a violadores y pederastas, el país recobrará la paz perdida.
Presidente, además, de la Comisión de Hacienda en la Cámara Alta, con tales ideas ya podrá el lector imaginar sus propuestas para la distribución del presupuesto.
Incluso, muy echado para adelante, anunció que se está reuniendo o se reunirá con los grupos de derechos humanos y abogados para que se unan a su iniciativa de ley argumentando que solo así, además, habrá respeto para las garantías individuales.
Claro, de paso también “se lava las manos” y advierte que nadie lo acuse de promover la violación a los derechos humanos, porque por eso mismo está cuidando, háganos favor, los acentos gramaticales de su gran, gran, gran iniciativa de ley.
Y para blindarse por completo, dice que consensará con los 127 senadores restantes y a la hora de fajarles con su firma les recordará que cada uno tiene una madre y tiene hijas y hermanas, y por tanto, nada mejor que la castración química.
Una iniciativa de ley que el senador promueve más efectiva, dirá, que la Guardia Nacional de Andrés Manuel López Obrador.
El presidente municipal de Coatzacoalcos, también de MORENA, tiene, entonces, en el senador una réplica de su propio pensamiento, cuando, por ejemplo, anunciara a los 211 presidentes municipales de Veracruz que la solución efectiva para acabar con los carteles y cartelitos, la delincuencia organizada, el narcotráfico y los malandros y halcones es hablar con cada uno de ellos y preguntarles por qué diablos andan metidos en el eje del mal y si en sus vidas anteriores sufrieron algún daño sicológico y que piensen en la tranquilidad de los demás y que dejen esa vida que a nada bueno les lleva.
Las grandes ideas del Movimiento de Renovación Nacional, de la llamada república amorosa, de la Cuarta Transformación del País, de la Constitución Moral.
El diputado local de MORENA en el Congreso de la Ciudad de México, Nazario Norberto Sánchez, se quedó corto, entonces, pues para él, la estrategia efectiva para acabar con los pederastas es aumentar los años de cárcel, y más considerando que en las cárceles se aplica la ley universal de “ojo por ojo y diente por diente”, es decir, que los pederastas y violadores son violados por sus compañeros presos.
LA NUEVA CÁMARA DE GASES
Por ideas así, el mundo gira y gira.
Otro Veracruz, entonces, habría si, por ejemplo, Miguel Ángel Yunes Linares o Javier Duarte hubieran pensado en la castración química para los violadores, pederastas, feminicidas y asesinos de niños.
En unos pueblos de la república, a los violadores que son detenidos, por ejemplo, los madrean y luego los linchan.
En otros, los cuelgan de los árboles.
Y como en el Veracruz de Patricio Chirinos Calero, 1992/1998, los queman vivos como en la sierra de Tatahuicapan, en el sur de Veracruz, y que sirviera para que una súper crónica de la escritora Fernanda Melchor fue incorporada en su libro “Aquí no es Miami”.
Pero ahora, y toda vez que MORENA es mayoría en el Congreso de la Unión, quizá, digamos, la castración química.
La nueva versión de las cámaras de gases de Adolfo Hitler para los transgresores de la ley.
Peor, incluso, que los campos de concentración de José Stalin en Rusia.
Algo semejante, en el terror y el horror, al tiempo del general Augusto Pinochet en Rusia, cuando los disidentes políticos y los ciudadanos contestatarios eran trepados, vivos, a un avión, y arrojados a la mitad de un océano repleto de tiburones.
La barbarie, digamos, en el tiempo de los derechos humanos, cuando, digamos, las leyes en el llamado Estado de Derecho han fracasado, pues los violadores, los pederastas, los feminicidas y los asesinos de niños siguen y se multiplican en Veracruz, como en el resto de la nación.
¡El país está a punto de salvarse con MORENA!
