Connect with us

Expediente 2018: Monstruos rojos

El Piñero

Luis Velázquez

10 de febrero de 2018

Pepe Yunes enfrenta los peores fantasmas y dinosaurios de su vida que ni siquiera Harry Potter. Veinte años después de iniciado en política juega en el ring electoral batalla estelar. Pero todo indica, con los vientos huracanados en contra.

El primer paquidermo es lo que llama un estado de ánimo generalizado” y que el publicista Antonio Solá resumió en pocas palabras: “El sentimiento de hartazgo e ira de los electores en contra del PRI”.

Y la ira ciudadana, entre otras cositas, por la espantosa y apabullante corrupción, él, Yunes Zorrilla, un político honesto “a prueba de bomba”.

El segundo monstruo se llama Javier Duarte y los duartistas.

Gracias a ellos, por ejemplo, el PAN de Miguel Ángel Yunes Linares ganó la gubernatura y la mayoría legislativa en el año 2016 y la mayoría de presidencias municipales el año anterior.

El tercero “es un gobernador convertido en operador político”, la frase bíblica que Pepe utilizó para referirse a Miguel Ángel Yunes Linares.

“Es un político que sabe hacer política. Y que sabe utilizar los instrumentos del poder para hacer política” según dijera a la admirada reportera Flavia Morales, de la agencia noticiosa AVC en una visita a su casa editora.

 

ENCARCELARÁ PEPE YUNES ATODOS LOS PILLOS

 

El cuarto monstruo (monstruo por describir la calidad del adversario) es el candidato presidencial de la izquierda. AMLO, Andrés Manuel López Obrador, de quien Solá asegura que ganará Los Pinos.

Pero, advierte Yunes Zorrilla, “yo le ganaré”, de igual forma, digamos, como Harry Potter venció a los monstruos y/o como Superman derrotó a la misma kriptonita.

“Y es que la gente (la población electoral) no está pensando en Cuitláhuac García, dice el candidato priista, sino en AMLO”.

Y más, porque insiste una y otra vez “yo no tengo ‘cola’ que me pisen”.

Tan es así que si gana la gubernatura de 6 años, nunca, jamás, la mano le temblará para encarcelar a los priistas, y a los panistas, y a los perredistas, que infrinjan la ley.

“El gran reto es que en Veracruz haya cero impunidad”.

La impunidad que Duarte, por ejemplo, usufructuó al máximo con la complicidad del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y la Comisión de Vigilancia del Congreso, y la Contraloría, y SEFIPLAN, y hasta la secretaría de Hacienda y Crédito Público para cometer el peor desaseo en la administración pública de que se tenga memoria.

Y el peor, porque hasta su mentor y padre putativo, Fidel Herrera Beltrán, se deslindó a tiempo cuando fue informado al detalle del saqueo al erario en que estaba metido, con todo y sus otros discípulos como Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota, Alberto Silva, Édgar Spinoso, Tarek Abdalá, Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo y Arturo Bermúdez, entre otros.

 

DUARTE, INSTRUMENTO ELECTORAL

 

Pepe Yunes dijo a Flavia Morales lo siguiente:

“Duarte ha de verse bajo dos perspectivas. Una, que agravia, y por la que se pide castigo.

Y otra, una figura que se ha utilizado electoralmente para manipular las emociones”.

Cierto, cierto, cierto, pero es que la corrupción fue tremenda, de tal manera que sirvió para que el mismo CEN del PRI pusiera a Duarte como el modelo de la corrupción política nacional en un país donde diecisiete exgobernadores, la mayoría priista, están acusados de pillos y ladrones, unos presos y otros prófugos.

Y si el gobernador Yunes lo ha utilizado, digamos, “para manipular las emociones” sociales, ni hablar, la política es así, y Duarte y los suyos “se le pusieron de pechito”.

Todavía en la semana que termina, la ex secretaria de Educación durante los últimos cincuenta días del sexenio anterior, la profe Xóchitl Osorio se amparó, temerosa de una detención y dormir en el penal de Pacho Viejo y acompañar a la vocera Gina Domínguez que tan sola está y se siente.

 

“NO TODOS SOMOS IGUALES”

 

Van catorce meses y diez días de la yunicidad. Y el candidato priista tiene el termómetro social en la mano. Y a cada rato lo calibra y actualiza. Y vislumbra los peores tiempos para los 8 millones de habitantes de Veracruz.

“Estamos peor” ha dicho para describir en dos palabras el tsunami de incertidumbre y zozobra.

“Vemos un Veracruz más violento. Y con miedo. Y los indicados dicen que estamos empeorando. Hay ciudadanos atemorizados por la inseguridad descontrolada”.

En pocas palabras, la realidad fatídica y avasallante.

Y de ñapa, un gobernador que se está peleando por minucias con los presidentes municipales de MORENA, a saber, de Coatzacoalcos, Minatitlán, Xalapa y Poza Rica, y con quienes el rafagueo comenzó sobre la inseguridad y ha derivado a las despensas con leche descompuesta.

Peor aún:

El tsunami de violencia se ha extendido a la orden a la Fiscalía para la denuncia penal en contra del alcalde de Minatitlán, acusado de que truquearon las despensas y les metieron una botellita con leche caducada.

Y en contraparte, el desempleo sigue creciendo, imparable.

En el año anterior, Veracruz perdió, dice Pepe Yunes, dieciséis mil empleos.

Y mientras el país creció 2.3 por ciento en el Producto Interno Bruto, Veracruz estuvo en recesión con un crecimiento apenas, apenitas del 1.6 por ciento.

Lo resume así:

“No hay un sólo mérito de la administración” del gobernador Yunes.

El candidato priista ya afinó la espada. Y corta con hechos y estadísticas y con finura la piel azul, sin ofender, a tono con la decencia y el respeto a la dignidad humana.

“No todos somos iguales” dijo a AVC.

Que quede constancia, entonces.

Ni iguales a Javier Duarte. Ni iguales a los duartistas pillos y ladrones. Ni iguales a los Yunes azules. Ni iguales a Cuitláhuac García. Ni iguales a AMLO.

 

Barandal

Comentarios

Comentarios

Comentarios

Entradas Relacionadas