Luis Velázquez
Veracruz.- El nombre de Antonio Lorenzo Portilla Vázquez está en la cancha del descrédito. Titular del ORFIS, en el periódico “El Universal” publicaron que el duartazgo le habría pagado veinte millones de pesos a cambio de su silencio en el Órgano de Fiscalización Superior. El mismo silencio, digamos, de la Comisión de Vigilancia del Congreso, la Contraloría, las secretarías de Finanzas y General de Gobierno y los auditores internos y externos, entre otros.
El pretexto o argumento habría sido, o fue, “subsidios extraordinarios” que así llamaban en el siglo pasado, todavía ahora, cultura priista “que llegó para quedarse”, a la compra, más que del silencio, de la complicidad.
Los días que vienen podrán a cada quien en su lugar.
Pero…
Pero el comentario periodístico tiene, y por lo pronto, varias lecturas, entre ellas, las siguientes:
UNA. Un mensaje directo de la yunicidad a Portilla Vázquez de que con todo y estar poniendo en el tendedero la ropa sucia del duartazgo, su hora le ha llegado y ahora preparan la cama a él.
Avisito a tiempo.
Y la guillotina le habría llegado partiendo de un principio universal:
“El que traiciona una vez… traiciona siempre”.
Y si Portilla traicionó ya, ya, ya a Javier Duarte, entonces, al ratito, también al gobernador Yunes.
CALAMBRE DESDE EL RECLUSORIO NORTE
DOS. Desde la yunicidad, el titular del ORFIS ha estado rafagueando a Javier Duarte y los suyos.
Entonces, desde el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, Javier Duarte apretó el botón nuclear y filtró la versión en contra de Portilla Vázquez.
Un calambre directo, directito, a la yugular del ORFIS… para acallarlo.
¡Basta ya!
Y más cuando la columna describe con puntualidad la entrega de los veinte millones de pesos año por año en un total de 5 millones de pesos de abonito anual… que nunca, jamás, en su vida verán ni juntos ni aislados el millón de indígenas, los dos millones de campesinos, los tres millones de obreros de Veracruz, ni tampoco el 99 por ciento de la clase media.
TRES. En medio de los vientos huracanados que se viven y padecen en la tierra jarocha a propósito, primero, de la yunicidad contra el saqueo y la desaparición forzada, alguien por ahí la filtró, quizá, digamos, para tirar más gasolina al fuego.
También, claro, para divertirse y carcajearse “como un enano”… que desde el duartazgo hay “enanos del tapanco”, aquellos, por ejemplo, que causaron la derrota de Anilú Ingram Vallines como candidata a diputada federal por el distrito de Veracruz.
EL OPERADOR DUARTISTA
CUATRO. “El Universal” y la yunicidad arrastran viejo conflicto. Incluso, el gobernador y el vocero Elías Assad Danini amenazaron al periódico con una denuncia penal por daño moral, a partir del caso del relojito de dos millones de pesos y que en realidad, se afirmó, costó 250 mil pesos en “El mercado de la pulga” en la Ciudad de México.
Y, bueno, el trascendido quedaría en medio de las dos pasiones revolcadas de Veracruz, una, encarnizada por la yunicidad azul, y la otra, por el duartazgo.
CINCO. Desde el sexenio anterior, Javier Duarte construyó vasos comunicantes con “El Universal”.
Fue, por ejemplo, cuando el ideólogo electoral, ahora panista, entonces priista, Gabriel Deantes Ramos, importó de Tampico a Xalapa a Carlos Acevedo, quien había jefe de prensa del sindicato petrolero y para entonces estaba jubilado.
Su primera chambita en Xalapa fue en el duartazgo al lado de María Georgina Domínguez Colio, la vocera presa en el penal de Pacho Viejo.
Gina fue enviada a la fundación “Luis Donaldo Colosio”, y entró Alberto Silva Ramos, “El cisne” que mudara en pavorreal cuando pasara de la secretaría de Desarrollo Social a la dirección de Comunicación Social y Carlos Acevedo siguió operando en la vocería.
Se fue “El cisne” y entró Juan Octavio Pavón y Carlos Acevedo siguió en la vocería.
Regresó “El cisne” y Acevedo se fortaleció.
Su chamba, entre otras, era tender puentes entre el duartazgo con los medios de la Ciudad de México.
Uno de ellos, con “El Universal”.
Y a los más altos niveles.
Desde las sombras, el posible calambre de Javier Duarte a Portilla Vázquez para calmarlo.
Ya son muchas deslealtades y traiciones.
SI DUARTE CAYÓ, TAMBIÉN EL TITULAR DEL ORFIS
Si la filtración en “El Universal” del caso del titular del ORFIS y los veinte millones de premio duartista tuviera chanfle, entonces, aprovechando la distancia entre el periódico y la yunicidad, que alguna vez alcanzó el cielo y las estrellas, entonces, hay otras circunstancias:
A: El duartazgo apuesta a las diferencias entre el gobernador Yunes y los jefes máximos del periódico. “A río revuelto”, vaya.
B: Duarte, vía Alberto Silva, opera el rafagueo a Portilla Vázquez.
C: Alberto Silva aprovecha el momento para seguir enfrentando al Yunes azul, luego de que en un par de ocasiones solicitara su desafuero como diputado federal en el Congreso de la Unión, y después de advertirle que “lo esperaría a la salida” del Congreso para que la Fiscalía lo detenga acusado del desvío de dos mil millones de pesos en el duartazgo.
D: Con todo y Duarte y su prestanombre, Javier Nava, presos en el Reclusorio Norte, y los más de treinta políticos, jefes policiacos y policías duartistas presos en el penal de Pacho Viejo, Duarte y Silva Ramos, echados para adelante.
E: Y más, cuando Karime Macías ha enfrentado a la Fiscalía exigiendo con sus 9 abogados un informe detallado de la carpeta de investigación en su contra.
Con un Portilla Vázquez “tirado al piso” de la yunicidad y con la amenaza de detener a Karime Macías así se refunda en el Polo Norte, Javier Duarte juega baraja con un chinito preso en el Reclusorio Norte y se defiende como “gato boca abajo”.
Y si él sigue cayendo, entonces, también el titular del ORFIS.
