Eugenio GONZÁLEZ | El Piñero
Oaxaca, México. – El Frente de Organizaciones Oaxaqueñas (FORO) denunció públicamente que el secretario de Gobierno, Jesús Romero López, amenazó a su dirigencia con “fabricar delitos” y desalojarlos del Zócalo mediante el uso de la fuerza pública si no cesaban sus protestas en la capital del estado.
Cristel Jiménez, representante del FORO, informó que estas advertencias generaron “profundo enojo entre las bases”, por lo que la organización evaluará nuevas rutas de movilización hasta que sus demandas sean atendidas.
La protesta tiene como origen el despojo de más de 56 familias en Playa El Coyote, Santa María Huatulco, así como en Playa Salchi y Playa Conejo, donde comunidades aseguran haber sido expulsadas de sus tierras por intereses empresariales, presuntamente con complicidad de autoridades.
“DOBLE MORAL DEL GOBIERNO”
La diputada federal Aracely Cruz criticó que la administración de Salomón Jara “se apresure a proteger la propiedad privada de empresarios, mientras ignora el despojo del patrimonio indígena y campesino”.
“La verdadera legitimidad no reside en un escritorio ni en redes sociales, sino en la voz del pueblo. El gobierno de Salomón Jara y su secretario Jesús Romero confunden protesta con violencia, pero lo que sí saben ejercer es la represión”, señaló en un comunicado.
CNTE RESPALDA PROTESTA Y CONDENA REPRESIÓN
La Sección XXII de la CNTE-SNTE expresó su respaldo político y solidario al FORO, denunciando un “operativo de intimidación” en el zócalo capitalino, donde policías municipales, estatales, agentes de investigación y elementos de la Marina sitiaron la zona portando armas largas y equipo antimotines, con la aparente intención de desalojar a los manifestantes.
“Condenamos categóricamente la política de represión del gobierno estatal y su intento de sofocar una jornada de lucha legítima por justicia, libertad y territorio”, expuso la gremial magisterial.
Mientras tanto, el FORO aseguró que no claudicará en su defensa del territorio y que continuará la movilización social frente a lo que llaman “el cártel del despojo” que opera en las playas de la Costa oaxaqueña.