Xalapa, Ver.- El reciente colapso de un muro en Xalapa no solo ha dejado un rastro de escombros, sino que ha expuesto serias fallas en la planeación y supervisión de las obras públicas gestionadas y supuestamente supervisadas por el Arq. Guillermo Ávila Devézze director de obras públicas del H. Ayuntamiento de Xalapa. En el ojo del huracán se encuentran el arquitecto Guillermo Ávila Devézze, director de Obras Públicas, y Rey David Hernández Martínez, jefe del Departamento de Ejecución de Obra Pública.
Expertos han señalado la alarmante falta de estudios técnicos previos, como cálculos estructurales y análisis de mecánica de suelos, en los proyectos de construcción. Las críticas apuntan a la prisa desmedida con la que se han llevado a cabo los trabajos, promovida por exigencias administrativas que han priorizado la rapidez sobre la calidad y la seguridad.
Los denunciantes no se han quedado callados; revelan un ambiente de trabajo tóxico tolerado por el director de obras, donde la intimidación parece ser la norma. Empleados bajo el mando de Rey David Hernández Martínez han manifestado su descontento en protestas públicas, acusando al jefe del departamento de actuar de manera grosera y déspota, lo que ha contribuido a la salida de varios trabajadores calificados.
Además, el proyecto del muro en cuestión tomó un rumbo descontrolado, excediendo su presupuesto inicial en más de un millón de pesos y siendo entregado con un desfase temporal significativo. Estas evidencias ponen de manifiesto las deficiencias administrativas y de supervisión en la gestión pública.
El colapso del muro en Xalapa resalta la urgente necesidad de una investigación exhaustiva de la contraloría municipal sobre las prácticas internas del Ayuntamiento y su departamento de obras públicas.
Se hace imperativo abordar las deficiencias en la planeación, supervisión y gestión de estas obras, y así garantizar la seguridad y el uso adecuado de los recursos públicos de la ciudadanía.