•Le ganó Ricardo Ahued
Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Fiebre sucesoria
La fiebre sucesoria está destapada, en ruleta rusa, entre los Morenistas. Igual, igualito que en el tiempo panista, priista y perredista.
Por ejemplo:
Desde el gobierno de Veracruz hay quienes apuestan “veinte y las malas” que pronto renunciará el secretario de Comunicaciones y Transportes de AMLO, el ingeniero Javier Jiménez Espriú, nacido el 31 de julio de 1937 (82 años).
Y entonces, su lugar será ocupado por el diputado federal, el constructor Ricardo Exsome Zapata, derrotado candidato a presidente municipal de Veracruz, presidente de la Comisión de Comunicaciones en el Congreso de la Unión.
Así, hay quienes en el aparato gubernamental de MORENA en Veracruz se han repartido, incluso, la SCT.
Más todavía: aseguran que a Exsome Zapata ha dejado de interesar la secretaría de Infraestructura y Obra Pública, SIOP, donde Cuitláhuac García impuso a su gente gravitando alrededor de un joven arquitecto menor de 25 años de edad, nieto de Jorge Elías, el empresario hotelero de Poza Rica, ex presidente municipal.
Y por eso, la SIOP de Cuitláhuac para ellos.
DOS. Ricardo Exsome sueña con la SCT
La fiebre sucesoria también alcanza a Cuitláhuac.
Por ejemplo, en varias ocasiones, la euforia ha generado el destape del senador Ricardo Ahued Bardahuill como su legítimo sucesor, pues el góber sería llamado al gabinete de AMLO.
Tan es así que de pronto, el ex priista Ahued Bardahuill debió declarar a los medios y manejar algunas columnas jurando que ninguna fijación ni obsesión tiene para ocupar la silla embrujada del palacio de Xalapa pues su vida está consagrada al Congreso federal. Ahora, claro, al gabinete obradorista como director general de Aduanas.
Pero en rara y extraña conjunción, parte de su gente sigue apostando, primero, que en efecto Cuitláhuac brincará al paraíso tabasqueño en el altiplano, y segundo, que si Cuitláhuac termina el sexenio, Ahued está ultra contra súper amarrado para la candidatura de MORENA.
Y en caso de que MORENA apueste a otro candidato, Ahued desertaría de MORENA, volvería al redil priista y el tricolor, huérfano de posibilidades, lo arroparía, y que, bueno, luego de su nuevo cargo mucho se duda.
TRES. Tirar a la luna…
La locura sucesoria también llegó al secretario General de Gobierno y en repetidas ocasiones lo destituyeron para nombrar en su lugar al diputado federal, Rafael Hernández Villalpando.
Las aguas, sin embargo, se han reacomodado, y por lo pronto, dejado por la paz a “El uno y el dos de palacio” con su destitución que ha resultado fallida de igual modo, como hasta anoche, la destitución del Fiscal.
Pero de que la pasión sucesoria está encendida es en la SIOP donde los fans de Ricardo Zapata deliran ya con su nombramiento en vez de Jiménez Espriú.
¡Bendito el chamán!
En la vida, decía Ernest Hemingway, ha de caminarse siempre con una esperanza, con una quimera, con una utopía, y como suele decir Dante Delgado, “tirando a la luna, conscientes de que nunca se llegará, pero al mismo tiempo, se llegará más lejos que todos los demás”.
De Exsome, constructor nato, se asegura que logró la parcela del DIF para una amiga, aun cuando otros dicen que es feudo del ex panista Oscar Lara, de igual modo como, por ejemplo, la SEDECO fue concesionada a Ricardo Ahued.
Pero, bueno, la fiebre sucesoria llega a tanto que algunos fans miran a Exsome como el gobernador en el año 2024.
Lo bueno es que en tanto y como decía Javier Duarte, más mediático se vuelve un político con poder… en automático, “más sexy”.
