Redacción|El Piñero
A casi dos décadas del estallido de violencia y protestas en Oaxaca en 2006, Flavio Sosa, conocido por su papel en los disturbios, ha ascendido a una posición prominente como Secretario de Cultura y ahora es considerado un funcionario millonario.
La comunidad señala que él y Salomón Jara, quien también fue acusado por ordenar el incendio del Tribunal Superior de Justicia, son los únicos beneficiados por una situación que dejó graves secuelas en el estado.
Activistas y ciudadanos afirman que quienes participaron en la quema de negocios y enfrentamientos con fuerzas federales aún esperan justicia, mientras que Sosa y Jara disfrutan de privilegios que contrastan con el sufrimiento de los afectados.
Este análisis sobre los acontecimientos del 14 de junio de 2006, cuando la represión del movimiento social desató una ola de protestas, pone en evidencia la indignación por la falta de justicia y reparación para las víctimas.