Redacción El Piñero | Corresponsalía
Guanajuato.- En León, la noticia corrió como fuego en pastizal seco, otro joven fue encontrado sin vida en la Colonia Brisas del Campestre, y con este suman dos hallazgos en la misma calle y en menos de 24 horas. La víctima, identificada como Álvaro Brayan González Vázquez, de apenas 15 años y conocido como “El Chiquitín”, cerró la búsqueda que su familia había iniciado desde el 1 de octubre, pero lo hizo en el peor de los desenlaces.
La escena, digna de una serie repetida hasta el cansancio, se registró la noche del jueves, cuando vecinos del circuito Brisa de Oberá reportaron que en un departamento yacía un adolescente con huellas de violencia. La Policía llegó, desplegó la clásica cinta amarilla y llamó a paramédicos, quienes confirmaron lo que ya se sospechaba: el muchacho no presentaba signos vitales. Apenas un día antes, en la misma calle, había sido hallado sin vida su acompañante, conocido como “El Pelón”.
Las autoridades, con la solemnidad de manual, recabaron indicios, levantaron el cuerpo y abrieron la carpeta de investigación. Mientras tanto, en la realidad, la colonia suma dos tragedias en 24 horas y los vecinos siguen mirando la cinta amarilla como quien se acostumbra al paisaje. Porque sí, el mensaje oficial siempre llega puntual, pero la seguridad —esa invitada de lujo— brilla por su ausencia.