Redaccion | El Piñero
Guerrero.- El reloj de Chilpancingo marcaba la rutina habitual, pero en el cementerio estatal forense la rutina es otro tipo de reloj, uno que marca un año de olvido y papeleo acumulado, este viernes, 30 cuerpos de hombres, entre ellos 14 presuntamente migrantes de Guatemala y El Salvador, fueron trasladados por fin al panteón, tras permanecer olvidados en las morgues de Acapulco y la Costa Grande desde octubre de 2024.
Un grupo identificado como Guardia Nueva Generación (GNG) irrumpió en Tecpan de Galeana, con la intención de desarmar a la banda rival Los Granados, quienes, según se dice, tenían amistades locales y militares que cualquier ciudadano de a pie solo podría envidiar. La intervención de fuerzas federales neutralizó a los agresores y los cuerpos quedaron dispersos por el municipio, mientras el saldo oficial hablaba de 34 fallecidos y 21 detenidos, en su mayoría jóvenes migrantes que simplemente pasaban por el lugar equivocado en el momento equivocado.
Y aquí entra la ironía de la administración, un año sin que ningún familiar ni consulado reclamara los cuerpos, mientras los responsables de identificar y entregar los restos parecían practicar un deporte nacional llamado “dejar que el tiempo lo resuelva”. El traslado de este viernes, con camionetas del Semefo resguardadas por policías, fue discreto, casi secreto, como si la memoria y la justicia fueran cosas que se manejan mejor con sigilo y papeleo, dejando al descubierto la incapacidad de las autoridades para atender situaciones de riesgo migratorio.