Hong Kong atraviesa días de profundo duelo tras el devastador incendio que consumió parte del complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po. Las autoridades confirmaron este domingo que la cifra de fallecidos ascendió a 146 personas, mientras que alrededor de 100 continúan sin ser ubicadas, convirtiendo el siniestro en uno de los eventos más mortíferos registrados en la ciudad. Equipos de rescate han recorrido varias de las torres del conjunto habitacional, donde localizaron víctimas en departamentos, pasillos, escaleras e incluso en azoteas.
En medio de la tragedia, miles de residentes han acudido al lugar para dejar flores, orar y ofrecer apoyo a las familias afectadas. Frente a los edificios ennegrecidos, las ofrendas se multiplican mientras ciudadanos expresan preocupación por las condiciones de seguridad en construcciones de gran altura. El gobierno declaró jornada de luto oficial y mantuvo a media asta las banderas en edificios públicos, mientras la Policía opera una línea de atención para familiares que, en muchos casos, reciben confirmación del fallecimiento de sus seres queridos.
Las autoridades investigan posibles irregularidades en las obras de renovación del complejo, ya que los ocho edificios estaban cubiertos con andamios de bambú y paneles de espuma que podrían haber facilitado la rápida propagación del fuego. Debido a estas sospechas, el gobierno ordenó suspender 28 proyectos del mismo contratista, Prestige Construction & Engineering Company. Además, once personas —directivos, consultores y subcontratistas— han sido detenidas en el marco de las indagatorias por presunta negligencia y corrupción relacionada con las obras.
El incendio inició el miércoles por la tarde y alcanzó el nivel máximo de alarma en cuestión de minutos; siete de las ocho torres terminaron envueltas en llamas. Más de dos mil bomberos trabajaron durante casi 40 horas hasta lograr controlarlo. Entre las víctimas confirmadas hay trabajadores migrantes de Indonesia y Filipinas, mientras que cientos de residentes fueron reubicados en refugios temporales. Las investigaciones preliminares apuntan a fallas en el sistema contra incendios y a materiales inflamables utilizados en la remodelación, mientras el Gobierno Central de China anunció una inspección nacional para reforzar la seguridad en edificios altos.






