Policías de Tamaulipas abatieron la semana pasada en Nuevo Laredo a ocho personas, presuntamente integrantes de un grupo criminal perteneciente al Cártel del Noreste; el Comité de Derechos Humanos de esa ciudad asegura que se trató de ejecuciones extrajudiciales, para lo cual se hizo “un montaje“.
El 5 de septiembre, la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas informó sobre un operativo de seguridad en Nuevo Laredo, en el que abatió a tres mujeres y cinco hombres, presuntos integrantes del grupo criminal conocido como La tropa del infierno.
“Esos cuerpos fueron malvestidos con uniformes de tallas grandes; hay una persona que tiene dos botas derechas que evidencia que es imposible eso y aparte la posición de las armas no corresponde… (las fotografías) evidencian un montaje”, dijo en #AristeguiEnVivo Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
Según la investigación del comité, la mayoría de los ejecutados fueron sacados de una casa en la calle Héroes de Nacataz, en la colonia Buenavista.
El Comité de Derechos Humanos tiene testimonios de familiares que relataron cómo fueron sacados de sus casas y trasladados hasta donde después habría ocurrido el presunto enfrentamiento.
Por ello, Raymundo Ramos señaló la “urgencia de una investigación transparente, confiable, pronto, porque así lo han solicitado familiares de las víctimas, el esclarecimiento de los hechos”.
Además, pidió que el personal que intervino “sea de inmediato suspendido y puesto a disposición de las autoridades que vayan a investigar este caso”.
Adelantó que presentarán más “fotografías que evidencian manipulación de un vehículo en el que viajaban personas que perdieron la vida“.
Refirió que el Ejército sólo acordonó el lugar, pero debe estar enterado de los disparos que se escucharon.
“A quienes responsabilizan de estas ejecuciones extrajudiciales son policías de Tamaulipas”, precisó. Y es que “se quiso hacer creer que se trataba de un enfrentamiento y persecución”.
Un operador de tránsito municipal “es nuestra principal fuente de información”, pues fue quien recibió una llamada en la que se le ordenó enviar una unidad a la calle de Francisco I. Madero casi esquina con Carlos Osuna. El conductor dijo que llegó a las 7:43 horas a la dirección indicada y policías estatales le ordenaron remolcar la pick up negra con blindaje artesanal.
También está “el testimonio de la hija de una de las víctimas, 4 vecinos de casas cercanas, no refieren ninguna balacera, ningún enfrentamiento o persecución, escuchan alrededor de 8, 9 disparos, y después disparos secos que estamos creyendo que fueron realizados con un silenciador hacia el vehículo estacionado, para justificar la versión de la persecución y el enfrentamiento”, relató Raymundo Ramos.
Agregó que “en Nuevo Laredo cuando hay un enfrentamiento de esta magnitud regularmente hay videos de la población que aporta, al menos con el sonido y en este caso no hay un solo video que hable de un enfrentamiento”.
Refirió que sí hay videos en los que se observa personal del Ejército y luego a policías comprando refrescos el mismo día y en horas cercanas al momento en que presuntamente habían sido agredidos los policías.
Por eso “nos preocupa que haya manipulación, alteración y desinformación por parte de la autoridad investigadora”, dijo e hizo un llamado a que la FGR tome la investigación.
“El Ejército tiene mucho que explicar (porque acordonó la zona y estuvo en el antes y después)… el gobierno de Tamaulipas tiene mucha información que deberá aportar”, sostuvo.
